El célebre cineasta cubano Julio García Espinosa, Premio Nacional de Cine, recibirá el próximo día cinco de septiembre, el homenaje del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) sala Charles Chaplin de nuestra capital. El año 2011 es para este cineasta un año de celebraciones, porque además de arribar a los 85 años de edad, se cumplen 50 de su película Cuba baila, creada en los albores de la etapa revolucionaria.
El eminente crítico Frank Padrón ofrecerá durante el agasajo, sus valoraciones sobre el libro Memorias de Cuba baila, una selección de textos de Lola Calviño Valdés-Fauly y Mario Naito López, especialistas de la Cinemateca de Cuba, el cual será presentado en esta ocasión tan especial. Además de los documentos de gran valor testimonial que los investigadores logran rescatar, de modo especial sobresale en el volumen un breve epistolario entre Julio García Espinosa y el guionista italiano Cesare Zavattini quien fue uno de los mayores colaboradores del cine cubano en sus tiempos fundacionales y, sobre todo, de esta obra que supervisó.
Egresado de la Scuola Sperimentale di Roma, desde 1955 García Espinosa, había presentado su argumento a Zavattini, uno de los artífices del neorrealismo, aunque desconocía entonces lo cercano que podría ser la realización del filme y, mucho más, la posibilidad de que una institución gubernamental lo propiciara.
Es así que el ocho de abril de 1961 Julio García Espinosa presentaba al público cubano su primer largometraje de ficción, como continuación de la filmografía iniciada con El Mégano, cuyas concepciones ideo-estéticas sentaban las bases del naciente cine cubano en Revolución.
Hombre incómodo, en busca de un cine imperfecto, a sus 85 años el director ha dejado una extensa filmografía, ha sido funcionario cultural y ha transmitido sus inquietudes artísticas a estudiantes de varios centros docentes, sobre todo de su querida Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños.
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