miércoles, abril 30, 2008

La gran fiesta de los trabajadores en la Mayor de las Antillas

Entre los cubanos la celebración del Día Internacional de los Trabajadores es especial ocasión para el júbilo y la reafirmación patriótica.

Millones de hombres y mujeres de todas las edades y grupos sociales hacen suyo cada Primero de Mayo en esta pequeña nación caribeña que tuvo el honor de estar entre los países que en 1890 conmemoraron la fecha proletaria.

Resulta común, pero no menos admirable, que los colectivos laborales se tracen compromisos productivos para arribar a ese día, o que un domingo víspera de la conmemoración trabajadores de todos los sectores dediquen sus esfuerzos a una jornada voluntaria en faenas agrícolas, en la edificación de viviendas, obras sociales, la producción de alimentos y en muchas otras actividades que contribuyen a la recuperación económica del país y dan respuesta a los programas priorizados. A medida que se acerca el Primero de Mayo cobra lucidez el embellecimiento de plazas, calles y avenidas en los pueblos y ciudades de la alargada Isla.

En cada municipio y provincia realizan actos en los que son homenajeados aquellos trabajadores que de manera destacada ofrecen lo mejor de si desde su puesto de labor; cada rincón de la Isla organiza su festejo con iniciativas en las que no falta el colorido de banderolas, vallas y pancartas junto a la enseña tricolor de la estrella solitaria.

En la Plaza de la Revolución José Martí, de La Habana, siempre está presente la gigantesca imagen de Lázaro Peña, fundador de la Central de Trabajadores de Cuba, su primer secretario general y uno de sus más capaces y valerosos líderes. Unidad, firmeza y victoria es la trilogía que preside este Primero de Mayo a la manera de los cubanos.

Cada año al paso del pueblo se escuchan las marchas interpretadas y entonadas por la banda y el coro gigantes. No son pocos los turistas que dejan constancia gráfica de todo lo relacionado con la celebración de la gran fiesta de los trabajadores. Si algo no podrán captar ni en sus pupilas ni en los lentes de sus cámaras será la agresividad de los cuerpos represivos arremetiendo contra las masas, ni mucho menos verán carros blindados con ametralladoras en zafarrancho de combate. Nada de eso hallarán en ningún rincón de esta Isla donde los rostros alegres ratifican el orgullo de ser cubanos y hacedores de un futuro mejor para todos y por el bien de todos porque preservamos la libertad, la independencia y la soberanía de la patria.

(con la colab. de E. Tellería)

En Las Terrazas vitrales de Duporté representativos de la flora cubana






En Las Terrazas, espacio natural de unas 5 mil hectáreas, conocida vueltabajera comunidad montañosa con una singular arquitectura, ubicada en la occidental provincia de Pinar del Río, tiene su galería-taller el pintor y científico Jorge Duporté donde un proyecto en proceso toma gran parte del tiempo del artista, dirigido a realizar grandes vitrales representativos de la flora cubana, fundamentalmente.

Duporté, con decenas de exposiciones personales y un centenar de colectivas en Cuba y en el extranjero, se dice que quizás eligió este sitio atraído por la suerte de hechizo de aquel lomerío, plaza fuerte de la naturaleza en Cuba y declarada en 1985 por la UNESCO como Reserva de la Biosfera, albergue de más de 800 especies vegetales, entre ellas disímiles orquídeas universalmente conocidas por sus acuarelas, así como por el especial atractivo que aportan a la zona las ruinas de antiguos cafetales franceses del siglo XIX.

Este pintor botánico es natural de la provincia de Guantánamo, en la zona más oriental del país, donde vio la luz el siete de octubre de 1945, realizó estudios de pintura y dibujo en la Escuela Nacional de Arte; en 1967, se inició en el estudio de las plantas cubanas en el Jardín Botánico de la Habana, y más tarde en el de Cienfuegos. Desde el año 1986 se estableció en esa región de la Sierra del Rosario, mucho antes de que esta se transformara en la actual comunidad que es hoy, una excelente experiencia de desarrollo campestre, un proyecto de economía rural sostenible, basado en la explotación turística racional de sus riquezas naturales; la cual posee un estilo constructivo que tiene como elemento clave la armonización de las edificaciones con el paisaje y el relieve.

Tras su reciente regreso de España, Duporté dio a conocer su nueva propuesta, la de hacer grandes vitrales en los cuales no faltarán el Ave del Paraíso, la caoba, ni la Flor de la Pasión de Cristo o Pasiflora cuyo dibujo le fuera obsequiado al Papa Juan Pablo durante su visita a Cuba en enero del año 1998.

Un adelanto del proyecto de estas obras planimétricas fue exhibido a inicios de este año en la galería BAT, de Madrid, en el conjunto Ceiba Pentandra, unido a múltiples cuadros en otras técnicas que ofrecieron a los admiradores europeos una riqueza cromática inusual.

Entregado a pintar la flora cubana, dominicana y haitiana, Duporté es capaz de combinar el fervor del naturalista y la precisión del científico, con el talento creador del artista. Autor de exposiciones como Flora carpenteriana y Duporté, un guantanamero en Las Terrazas, su primera muestra personal la realizó en 1977 en el Museo Numismático, como ilustrador de libros científicos.

Este apreciado artista académico y botánico, como dijera un colega, “afortunadamente persevera en su vocación y en su apego a aquel espléndido silencio de Las Terrazas”, donde está siempre envuelto en el follaje de la naturaleza.

En Bellas Artes primera retrospectiva pictórica de Samuel Feijóo

La incursión artística de Feijóo es una bruma montaraz que se extiende por toda la cultura cubana.

Un sol desconocido, primera retrospectiva pictórica del reconocido escritor cubano Samuel Feijóo, se titula la muestra que se exhibe en el Museo Nacional de Bellas Artes, de la capital cubana, la cual es un reflejo de sus incursiones autodidactas en la plástica, con obras que tienen la gracia del gesto natural, la insinuación de un trazo espontáneo y azaroso y la ingenuidad de lo improvisado.

Un total de 52 piezas componen la muestra en la que se aprecian disímiles formatos: óleos, calcografías, acuarelas, tintas y temperas, que ponen de manifiesto la madurez técnica y temática alcanzada por el artista en las cuatro décadas comprendidas entre el año 1937 y el año 1977, período en que emerge en una lógica creciente desde el intimismo barroco hasta llegar a una pintura abierta, comunicativa y cotidiana donde el ser humano fue colocado en las dinámicas de su contexto social y natural, donde las vivencias marcan su obra artística.

Algunos óleos entre los que sobresalen La cena del guajiro, El gallito campero, La dama oriental y Paisaje en Río Chiquito, todos ellos concebidos en las décadas del 50 y el 60, denotan la original tendencia en la labor plástica de Feijóo hacia los temas vinculados a la más auténtica cubanía, elemento este siempre presente en su rica creación literaria, periodística y en las intensas investigaciones sobre el folclor cubano. Relevante es su recopilación de dicharachos, trabalenguas, refranes, adivinanzas, cuartetas, décimas antiguas e historias de nuestros campos, fruto de su laboriosidad etnológica consecuente que comunica los distintos planos de la cultura, motivando las inspiraciones que lo movieron a crear una obra monumental. En los años 60, hizo una exposición muy singular en la finca La Josefa, Caonao, pues grabó sus dibujos en los troncos de los árboles.

Conversación en el subdesarrollo, Karekulo nomber tu y El hombre es del suelo son algunas de las obras realizadas por este cienfueguero en el período correspondiente a la década de los años 70, en las cuales se percibe ya una técnica y estilo consolidado el cual nos permite ubicar a la plástica del artista entre las más originales de su generación, por la frescura, lo novedoso y la sencillez expresada

Miembro del grupo Orígenes, Samuel Feijóo fue uno de los más prolíferos intelectuales cubanos, quien colaboró con las más importantes publicaciones de la Isla, como fueron Carteles, Hoy, Bohemia, Orígenes, El Mundo y otras. Además fundó la revista Islas, en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas.

Creció con él a lo largo de los años la montaña de la revista Signos, enciclopedia de la cultura popular cubana, de las actualizaciones vanguardistas en el arte y el reconocimiento cultural entre los pueblos, siendo un verdadero difusor de la obra de otros escritores.

Recibió Feijóo numerosas distinciones como son la Medalla Alejo Carpentier en 1983 y la Orden Félix Varela en 1990.

De su amplia creación literaria se destacan la novela Juan Quinquín en Pueblo Mocho, que alcanzó gran popularidad y fue llevada al cine, así como Cuentacuentos que le valiera el Premio de Cuento Luis Felipe Rodríguez, de la UNEAC, en 1975. Gran parte de su obra poética y narrativa, ha sido antologada en varias ocasiones.

42 de las obras de la exposición Un sol desconocido forman parte de la colección personal de la hija del artista, Adamelia Feijóo, mientras que el resto pertenece a los fondos del Museo Nacional de Bellas Artes. La exposición permanecerá hasta el 23 de junio próximo en el Edificio de Arte Cubano.

jueves, abril 24, 2008

Listo proyecto para primer ingenio-museo de la Isla


En la oriental provincia de Ciego de Ávila ha sido desarrollado un proyecto para la creación del primer ingenio-museo del país. Especialistas cubanos en la rama patrimonial han concluido la primera fase de este. El museólogo Juan Manuel Pérez tuvo a su cargo la elaboración de dicho proyecto.

Patria o Muerte se denomina la empresa diversificadora, en el municipio de Morón, donde radicará esta importante institución, en la cual está prevista la concentración de todas las máquinas de vapor de la provincia, que después de 80 años o más de uso continuado en la industria azucarera, aún se mantienen activas.

El cuidado y conservación de todos esos equipos por el sector azucarero ha permitido que cinco de estos equipos, los cuales fueron construidos entre los años 1916 y 1922, mantengan en alto grado los componentes originales de su fabricación y sobre todo parte de la capacidad de tracción que originalmente poseían.

Miguel Lima, experto de la rama azucarera avileña señala que el ingenio-museo contará además con un parque temático en honor a Ernesto Che Guevara, quien fuera creador de la mecanización cañera en Cuba hace 45 años precisamente en los campos de Ciego de Ávila, entonces todavía provincia de Camagüey, hecho al que el pueblo llamó la epopeya guevariana.

El cuatro de febrero de 1963, el Guerrillero Heroico sometió a pruebas aquí las máquinas cortadoras de caña.

Testimonian que el Guerrillero Heroico guardó la boina, se puso un sombrero de guano, empuñó el timón de la cosechadora y comenzó a derribar los tallos para cumplir su cometido: “De aquí de Camagüey me voy con 100 mil arrobas cortadas, por lo menos en 15 días”. ¡Y lo logró con 137 mil 740!

La exhibición de todas las piezas y elementos de la industria azucarera de entonces constituirá un reconocimiento permanente a la mayor epopeya del trabajo voluntario en Cuba, realizada en la histórica zafra de 1970, donde laboraron como macheteros unos 350 mil hombres y mujeres del pueblo.

El parque temático en honor al Guerrillero Heroico será considerado como una extensión del Memorial al Che erigido en la ciudad de Santa Clara.

viernes, abril 18, 2008

“Honor a quien honor merece”






El Gran Teatro de La Habana el 15 de abril, justo el día que cumplió el aniversario 170 de su inauguración oficial, entregó, por primera vez, el Diploma de Oro a 18 personas quienes desde su quehacer cotidiano contribuyen a la labor que en pro de la cultura y el arte desarrolla ese activo centro cultural desde su fundación.


El ejemplar número uno fue concedido, por unanimidad, a la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso, directora del Ballet Nacional de Cuba, y máxima exponente de la Escuela Cubana de Ballet.
También resultaron acreedores del Diploma de Oro Rosita Fornés, primera vedette de Cuba y Latinoamérica, gloria de la escena cubana; Fernando Alonso Rayneri, fundador del Ballet Nacional de Cuba y de la Escuela Cubana de Ballet; Luis Carbonell, admirado por todo el pueblo de Cuba como el Acuarelista de la poesía antillana; Armando Hart Dávalos, destacado intelectual, director de la Oficina del Programa Martiano, presidente de la Sociedad Cultural José Martí, fundador del Ministerio de Cultura y su ministro durante 20 años.
A la lista de laureados se sumaron Maria Eugenia Barrios, brillante soprano y maestra de nuevas generaciones de cantantes líricos; Armando Suárez del Villar, director artístico de puestas que han constituido hitos dentro del arte escénico cubano; Ángel Menéndez, destacado solista y fundador del Teatro Lírico Nacional; y Maria de los Ángeles Santana, inolvidable actriz y cantante, Premio Nacional de Teatro.
Recibieron la distinción, además, Néstor González Montenegro, diseñador escénico de vasta trayectoria dentro del arte lírico y danzario cubano; Juan Rodolfo Aman Vargas, director escénico de reconocido prestigio dentro del arte lírico cubano y fundador del Teatro Lírico Nacional; Francisco Rey Alfonso, acucioso investigador e historiador del Gran Teatro de La Habana; José Ramón Artigas, director fundador, entre otros, del importante programa televisivo "De la gran escena"; Teresa de Jesús Campanioni, destacada trabajadora de la sala durante casi cuatro décadas.
Reconocidos fueron, igualmente, Roberto Ferguson, director de programas de la televisión nacional; Ada Oramas, polifacética comunicadora de la prensa y la radio cubanas; Elena Babe Roca, eterna promotora y fundadora de los círculos de amigos del Gran Teatro de la Habana y Vicente Monterrey, destacado interprete, maestro de nuevas generaciones de músicos, e integrante de la orquesta sinfónica nacional y de la del Gran Teatro de la Habana.
La entrega del Diploma de Oro tuvo lugar en la Sala García Lorca del histórico coloso con la presencia del Presidente del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, Julián González Toledo, el director de la institución, Leonardo Tur Broche, entre otros.
Cada 15 de abril el Gran Teatro de la Habana conferirá esta distinción, como un reconocimiento a aquello hombres y mujeres que desde su labor diaria le dedican energías y sueños a ese encomiable empeño de salvaguardar y enriquecer nuestra cultura. (co. Aleida Piñero Meneses)

El buen humor alcanzó la cima en la Humoranga



Con una visita muy especial a la Academia de artes plásticas Eduardo Abela, donde los humoristas se encontraron con los futuros artistas de la región, se inició la última jornada de la Humoranga en San Antonio de los Baños, a 37 Km de la capital de la Isla. La academia, que ya va por su octavo curso, continúa en constante crecimiento, tanto en su matricula como en sus instalaciones.

Entre los 105 jóvenes estudiantes y el personal docente se aprecia un gran entusiasmo y sentido de pertenencia al valorar el plantel como un patrimonio extraordinario. Allí se trabaja en cinco especialidades: pintura, grabado y escultura; además de ser la única de su tipo en el país donde se estudia ilustración y dibujo.

Con la conferencia El arte de la caricatura personal, impartida por Lázaro Miranda del dedeté y la entrega del premio al alumno Jesús Iván Alemán, ganador del concurso del centro sobre la Humoranga concluyó la sesión matutina.

Entre los momentos más interesantes del evento, proyecto que conlleva dos concursos: el Juan Ángel Cardi y el Salón de Humorismo y Sátira, estuvieron la conferencia de Israel Castellanos, ISCAJIM, redactor de la publicación humorística Palante en el coloquio El humorismo y la historieta en la Batalla de Ideas; la inauguración de las exposiciones Dos por uno de Juan Carlos Pedrera, Humor con sabor a azúcar, Betán un lente ocurrente y Trazos del humor, esta última una retrospectiva de René de la Nuez, Posada y Abela.

El universal poder comunicativo de los humoristas encuentra un espacio preciso y adecuado en la Humoranga, por ello durante cuatro días intensos y agradables un concierto del ingenio, la policromía, la fotografía, la caricatura, la sátira, la historieta, invaden los sentidos de quienes tienen el privilegio de participar en esta gran fiesta del humor.

Múltiples técnicas, estilos, motivos, se elevan al pináculo de lo verdaderamente artístico y popular en una síntesis que se enriquece en cada edición.

El Museo del Humor, que recomiendo visitar, es la historia viva del humor con obras al alcance de nuestras manos y nuestra curiosidad. La premiación de los concursos se llevó a cabo en este acogedor lugar entre sucesivas oleadas de espontáneo humor y divertidas expectativas, creando un ambiente irrepetible con la llegada de los mejores al lugar merecido. Las deliberaciones de los jurados, siempre difíciles al tener que eliminar muy buenos trabajos para poder llegar a los premiados, contaron con la plena aceptación y reconocimiento de todos los participantes.

Humoristas de Sancti Spíritus, Holguín y Villa Clara resultaron ganadores en el Juan Ángel Cardi, mientras que los premios del Salón de Humorismo y Sátira recayeron en: Adán Iglesias, humor general; Manuel Gómez Nieves, sátira política; Alfonso Hechevarria Moinelo, caricatura personal; Arístides Hernández Guerrero (ARES), historieta; Juan Carlos Pedreira, fotografía; Armando Acosta, humor volumétrico y el Gran Premio por el conjunto de las obras para ARES.

Fue esta, ocasión también para la entrega de otros premios colaterales como fueron el Premio Museo del Humor para Juan Carlos Pedreira; el premio Francisco Martínez Villamil para ARES, el Betán de fotografía para Mayckel Pedrero y el premio Luis Wilson fue otorgado a Fredy Martínez Hernández.

El grupo empresarial Palmares y su establecimiento Los Tres Grandes entregaron un premio especial a Brady Izquierdo.

En la Humoranga no sólo nos encontramos con una gran fiesta popular y excelentes actividades en torno al humor, sino con eficaces y dedicados organizadores unidos a jurados muy justos y profesionales, todo ello en un pueblo adicto al buen humor y que rinde culto a su bien merecido apelativo de Villa del Humor.

Los paisajes de Sami, original exposición en casco Histórico


La educación artística en Cuba favorece extraordinariamente el desarrollo del talento y la capacidad creadora de los niños y jóvenes. Si a ello adicionamos la posibilidad de realizar estudios especializados en escuelas y casas de cultura, pues podemos entonces apreciar lo valioso de la propuesta artística que nos llega con la niña Samantha de la Gama Regalado.

Tras una muy emotiva inauguración, que contó con la participación de la reconocida pianista Ana Martin y la flautista Iya Mesenova, entre otros, ha quedado a disposición del público durante todo el mes de abril en la Casa Simón Bolívar del casco histórico de La Habana Vieja, la exposición titulada Los paisajes de Sami.

Su creadora, con sólo 10 años de edad, Sami, como cariñosamente la llaman sus amigos y familiares, ha tenido una activa participación en varias exposiciones colectivas así como en diferentes concursos, entre ellos el Celia Sánchez Manduley del Consejo de Estado, en el que obtuvo mención.

En el año 2006 comenzó sus estudios de pintura elemento este que día a día contribuye a la consolidación y superación de su dominio sobre las artes plásticas.

La pintura de Sami refleja su realidad circundante, la naturaleza, el mar y mucho de la característica imaginación infantil con trazos profundos y precisos. Juega con los colores inocentemente logrando un magnífico efecto visual.

Esta pionera demuestra ya el dominio de diferentes técnicas pictóricas a través de estas 24 obras en que se aprecia la predilección por temas antes mencionados relacionados con la fantasía propia de los niños de su edad.

Es esta una especial ocasión de ponerse en contacto con una de las promesas de la plástica cubana en una de las prestigiosas instituciones de La Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad, la casa Museo Simón Bolívar, que abrió sus puertas el 24 de julio de 1993, aniversario del natalicio del Libertador. (Trabajadores, 14/4/08)

Expone artista canaria de la plástica en la Atenas de Cuba





Lola 96-06 se denomina la exposición que estará a disposición del público matancero fundamentalmente, hasta el 23 de abril.

Compuesta por 30 piezas fruto de la creación de la artista española, Lola del Castillo, la exhibición tiene lugar en la galería Pedro Esquerré en la ciudad de Matanzas.

En la muestra se destacan grabados y dibujos cuyo tema central lo constituyen sitios de la Ciudad de La Habana, en los que emplea el recurso de sombras y luces magistralmente.

Las rejas, los vitrales e irrepetibles lugares coloniales de La Habana influyeron notablemente en la obra, según explicó la artista. “Hay otra luz que descubrí en Cuba y es la gente que encontré aquí”, quienes me sirvieron de inspiración expresó la artista canaria, durante la inauguración de esta exposición personal en la llamada Atenas de Cuba.

“Esta es una tierra en la cual hay abundante sol, mucha luz y también sombra obligatoriamente, pues me ha llegado tanto que quise representarla”, señaló la artista de la plástica.

En el catálogo de la muestra, el conocido crítico Fernando Rodríguez, destaca que esta nueva exposición reafirma que Lola del Castillo es dueña de los secretos y misterios de la luz lo cual evidencia no sólo un probado oficio en su quehacer, sino también ese reiterado anhelo por perseguir la luz a toda costa que se pone de manifiesto en cada una de las obras.

Lola es poseedora de una abundante creación la cual ha sido apreciada por públicos de diferentes latitudes, pues paralelamente a su etapa formativa y al desarrollo de su trayectoria como artista y docente, ha realizado más de medio centenar de exposiciones individuales y colectivas en centros de arte de Canarias y de otros puntos del territorio nacional, así como en países como Argentina, República Dominicana, Egipto, Venezuela, Arabia, Líbano, Bélgica, Marruecos Francia y Cuba, entre otros.

Pero esta vez lo hace en la ciudad cubana de Matanzas donde también se propone compartir experiencias con los estudiantes de artes plásticas de la región. El conjunto de sus obras constituyen el resultado de sus continuos viajes y largas estancias en La Habana, donde ha desarrollado, por tanto, gran parte de la última etapa de su trayectoria artística.

Este jueves, el conjunto Afrocuba, bajo la dirección del maestro Francisco Zamora, el popular Minini, amenizó la inauguración de la muestra, matizándola con la música folklórica ancestral de profundo arraigo y muy cultivada en esa provincia.

Lola del Castillo nació en 1952 en Tenerife. En 1990 obtuvo el doctorado por la Facultad de Bellas Artes de La Laguna, centro en el que ejerce la docencia en la actualidad.

martes, abril 08, 2008

En exhibición grabados del Templo de Apolo Epicúrio

Hasta el próximo 26 de mayo la muestra Grabados del friso del Templo de Apolo Epicúrio podrá ser apreciada en el Museo Nacional de Bellas Artes de nuestra capital. La muestra está compuesta por 23 calcografías y tres vaciados en yeso que reproducen el arte escultórico griego del período clásico.

Basados en los primeros dibujos realizados por el artista alemán Martin von Wagner, a tan importante monumento de la arquitectura helénica, que fuera erigido en el Monte Cotilo en Figalia. Las piezas exhibidas constituyen un ejemplar completo de grabados romanos de principios del siglo XIX.

Los 23 bloques que conforman el friso milenario recrean tres de los temas preferidos por los escultores griegos de todos los tiempos: la Amazonomaquia heracliana y troyana y la Centauromaquia, acciones bélicas que a través del yeso y el papel transportan al público cubano a los cimientos de esa cultura primigenia.

Sobre la belleza de este templo dejó constancia Pausanias, luego de su visita. Se ha establecido que el templo de Basas data del año 450 ANE a principios del siglo IV ANE. Obra del arquitecto Ictino, el arquitecto más conocido de la Grecia clásica, enmarcada en los trabajos de reconstrucción del templo anterior, de alrededor del año 500 ANE. Pausanias señala que el sobrenombre de Epicurio se debe a la ayuda recibida del dios Apolo cuando la peste asoló Figalia cuando la guerra del Peloponeso.

Para ofrecer una exacta idea del tamaño y la textura de los bloques, además del realismo de los combates, son exhibidos tres vaciados en yeso los cuales forman parte de la colección del Instituto Winckelmann de Berlín, cuyos originales en mármol se encuentran en el Museo Británico de Londres.

El templo Apolo Epicúrio fue construido para honrar al dios sanador Apolo y es único, entre los templos griegos, por su orientación de Norte a Sur. La imagen de bronce del dios, de unos 3,5 metros de altura fue llevada a Megapolis desde Figalia, para adornar el templo de Apolo de aquella ciudad, pero en tiempos de Pausanias, del templo sólo quedaban las columnas.

Es un edifico períptero de apariencia arcaica; sus columnas pertenecen a los tres órdenes arquitectónicos: jónico, dórico y corintio; y mezcla ingenuamente innovaciones originales de arcaísmos arquitectónicos, que hacen de este un diseño conservador y revolucionario a la vez.

El templo permaneció ignorado durante siglos hasta que en 1765 sus ruinas fueron descubiertas por un arquitecto francés. En 1811 otro arquitecto, británico, descubrió el friso que compró a precio de ganga y lo vendió al Museo Británico.

Esta reciente entrega del Museo Nacional de Bellas Artes rinde homenaje a Martin von Wagner en el aniversario 150 de su fallecimiento.