martes, agosto 15, 2006

Una Cantata singular

Un renombrado grupo de artistas cubanos de diversas generaciones y estilos se reunieron en una Cantata por la Patria en nuestra ciudad, en vísperas cumpleaños del líder de la Revolución, Fidel Castro.
La gente de la capital y sus alrededores, en representación de todos los cubanos participamos en este megaconcierto en el escenario la Tribuna Antimperialista José Martí.
Decenas de destacados exponentes de la cultura cubana, más de 50 grupos, actores y solistas se unieron en una noche especial para expresar con voz unida y firme de pueblo su sentir.
Omara Portuondo, la diva del Buena Vista Social Club; la temperamental Sara González con su siempre potente voz, el virtuoso Frank Fernández, la gran vedette de Cuba Rosita Fornés, la musicalísima Beatriz Márquez, Amaury Pérez, la dulce Miriam Ramos, el grupo de rock "Hipnosis", el cantautor Kiki Corona, la popular orquesta de Adalberto Álvarez y su Son, y el talentoso David Blanco, son algunas de las figuras que llenaron la noche y la madrugada de gratos sonidos y tiernos sentimientos.
No abundan las ocasiones en que tantas figuras converjan en un mismo escenario, ni en que tantos sentimientos se hayan unido para cantarle a la vida y al Patria de todos los cubanos. Fue un concierto de lujo que terminó pasadas las tres de la madrugada y que mantuvo el mismo fervor de principio a fin.
Ya se dice que desde el punto de vista formal algunos calificaron el suceso de "Woosdtock cubano", en recuerdo de aquel acontecimiento musical norteamericano de 1969; con la diferencia de que en este además del amor y las flores había un programa común, ético y humano.
Teresita Fernández, La Colmenita, Osdalgia y su estupenda voz, el dinamismo de Bamboleo, el carisma de Pedrito Calvo, el dúo Karma, Niurka, Alberto Herrero, Dayani Lozano, los fogosos raperos, Bonny y Kelly, Eduardo Sosa…
La noche alcanzó su momento especial con el refuerzo santiaguero de Sur Caribe y Añoranza por la conga.
Héctor Quintero, Rolando Núñez, Jorge Alí, Enrique Molina, Jorge Ryan, Isabel Santos, José Antonio Rodríguez, Enrique Bueno, René de la Cruz, Carlos Padrón, y Marta Lidia también pusieron su granito de arena con bellos poemas y magníficas declamaciones o lecturas poéticas.
Todos ellos, artistas de diferentes generaciones, hicieron este gran poema sonoro cuyo eco aún recorre el mundo.

miércoles, agosto 09, 2006

Los intelectuales con Cuba

Cientos de intelectuales del mundo entero, entre ellos el premio Nobel de Literatura José Saramago, los premios Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, Dario Fo, Nadine Gordimer, y el argentino Adolfo Pérez Esquivel, junto con pensadores y escritores de la talla de Noam Chomsky, Mario Benedetti y Eduardo Galeano exigen al gobierno de los Estados Unidos que respete la soberanía en Cuba y condenan su política hacia nuestra isla. "Debemos impedir a toda costa una nueva agresión", se lee en el texto titulado La soberanía de Cuba debe ser respetada.
Esta contundente y certera declaración critica la histórica posición estadounidense con respecto a Cuba y las intenciones actuales de intervención. Los intelectuales advierten sobre la "militarización" de la política exterior estadounidense.

José Saramago, Portugal; Wole Soyinka, Nigeria;

Adolfo Pérez Esquivel, Argentina; Dario Fo, Italia;

Desmond Tutu, Sudáfrica; Rigoberta Menchú, Guatemala;

Nadine Gordimer, Sudáfrica; Zhores Alfiorov, Rusia;

Noam Chomsky, EEUU; Oscar Niemeyer, Brasil;

Harry Belafonte, EEUU; Mario Benedetti, Uruguay;

Ignacio Ramonet, España-Francia; Danny Glover, EEUU;

Samir Amin, Egipto; Alfonso Sastre, España;

Francois Houtart, Bélgica; Eduardo Galeano, Uruguay;

Juan Gelman, Argentina; Frei Betto, Brasil;

Pablo González Casanova, México; Russell Banks, EEUU;

Bernard Cassen, Francia; Ernesto Cardenal, Nicaragua;

Angela Davis, EEUU; Ariel Dorfman, Chile;

Tom Morello, EEUU; Walter Salles, Brasil;

Manu Chao, Francia; Blanca Chancosa, Ecuador;

Egberto Gismonti, Brasil; Andrés Gómez, Cuba;

Alice Walker, EEUU; István Mészáros, Hungría;

Fredric Jameson, EEUU; Pedro Casaldáliga, Brasil;

Franz Hinkelammert, Alemania; Joao Pedro Stedile, Brasil;

Jorge Enrique Adoum, Ecuador; Fernando Birri, Argentina;

Leonardo Boff, Brasil; David Viñas, Argentina;

Emilio Carballido, México; José Luiz del Roio, Italia;

Hebe de Bonafini, Argentina; Thiago de Mello, Brasil;

Eugenio Barba, Italia-Dinamarca; Amiri Baraka, EEUU;

Pedro Rivera, Panamá; Amina Baraka, EEUU;

Boaventura de Sousa Santos, Portugal;

Armand Mattelart, Bélgica; William Blum, EEUU;

Miguel Bonasso, Argentina; Chico Whitaker, Brasil;

María Rojo, México; Idea Vilariño, Uruguay;

Belén Gopegui, España; Diamela Eltit, Chile;

Atilio Borón, Argentina; Luciana Castellina, Italia;

Ramsey Clark, EEUU; Luis Britto García, Venezuela;

Stephen Rivers, EEUU; Miguel D"Escoto, Nicaragua;

Stella Calloni, Argentina; Emir Sader, Brasil;

Daniel Viglietti, Uruguay; Lucius Walker, EEUU;

Piero Gleijeses, Italia-EEUU; James D. Cockcroft, EEUU;

Aníbal Quijano, Perú; Theotonio dos Santos, Brasil;

Pablo Guayasamín, Ecuador; Leonard Weinglass, EEUU;

Susu Pecoraro, Argentina; Francisco de Oliveira, Brasil;

Graciela Duffau, Argentina; Fernando Rendón, Colombia;

Luis Sepúlveda, Chile; Andy Spann, EEUU;

Hildebrando Pérez Grande, Perú;

Fernando Pino Solanas, Argentina; Santiago García, Colombia;

Michael Löwy, Brasil; Juan Manuel Roca, Colombia;

Pascual Serrano, España; León Rozitchner, Argentina;

Jorge Rufinelli, Uruguay; Franca Rame, Italia;

Alfredo Vera, Ecuador; Patricia Ariza, Colombia;

Leslie Cagan, EEUU; Noé Jitrik, Argentina;

Tununa Mercado, Argentina; Eric Nepomuceno, Brasil;

James Petras, EEUU; Keith Ellis, Jamaica- Canadá;

Tristán Bauer, Argentina; Ferreira Gullar, Brasil;

Marco Martos, Perú; Lorgio Vaca, Bolivia;

Eric Toussaint, Bélgica; Georges Labica, Francia;

Octavio Getino, Argentina; Richard Levins, EEUU;

Martin Almada, Paraguay; Elmar Alvater, Alemania;

Roberto Montoya, Argentina; Víctor Heredia, Argentina;

Víctor Víctor, R. Dominicana; Tomás Borge, Nicaragua;

Eva Forest, España; Michele Mattelart, Francia;

Leticia Spiller, Brasil; Javier Couso, España;

Fernando Suárez, México; Salim Lamrani, Francia;

Montserrat Ponsa, España; Jean Pascal Van Ypersele, Bélgica;

Verenice Guayasamín, Ecuador; Marilia Guimarães, Brasil;

Gioconda Belli, Nicaragua; Tarek Williams Saab, Venezuela;

Isidora Aguirre, Chile; Suzy Castor, Haití; Claribel Alegría, El Salvador;

Andrés Sorel, España; Ann Sparanese, EEUU; Denisse Stoklos, Brasil;

Alessandra Riccio, Italia; Carlos Fernández Liria, España;

Alex Cox, Reino Unido; Michel Collon, Bélgica;

Danny Rivera, Puerto Rico; Tato Pavlovsky, Argentina;

Román Chalbaud, Venezuela; James Early, EEUU;

Jean Brigmont, Bélgica; Anthony Arnove, EEUU;

Carlo Frabetti, Italia-España; Fernando Buttazoni, Uruguay;

Fernando Morais, Brasil; Ramón Chao, España-Francia;

Silvio Tendler, Brasil; Hanan Awwad, Palestina;

Orlando Senna, Brasil; Saul Landau, EEUU;

Francisco Jarauta, España; Adolfo Colombres, Argentina;

Roberto Amaral, Brasil; Pilar del Río, España;

Fernando Ainsa, Uruguay; Alcira Argumedo, Argentina;

Carmen Bohorquez, Venezuela; Steve Williams, EEUU;

Hernando Calvo Ospina, Colombia-Francia;

Gilberto López y Rivas, México; Juan Carlos Camaño, Argentina;

Michael Parenti, EEUU; Marta Palau, México;

Italo Ordóñez, Ecuador; Gloria la Riva, EEUU;

Francisco Villa, Chile; Gennaro Carotenuto, Italia;

Edward Sanders, EEUU; Ersi Sotiropulos, Grecia;

Constantino Bértolo, España; Manuel Cabieses, Chile;

Jose A. De Frietas (Tunai), Brasil; Thelva Nava, México;

Hugo Urquijo, Argentina; Isaura Navarro, España;

Cecilia Conde, Brasil; Igor Jinkings, Brasil;

Iosu Perales Arretxe, País Vasco; Issa Makhlouf, Líbano;

Marcos Roitman, España; Héctor Díaz Polanco, R. Dominicana;

Antonio Maira, España; Arturo Andrés Roig, Argentina;

Roy Brown, Puerto Rico; Al Campbell, EEUU;

Luisa Vicioso, R. Dominicana; Carlos Fazio, Uruguay;

Luciano Vasapollo, Italia; John Beverley, EEUU;

Carlos Varea, España; Víctor Flores Olea, México;

Hassan El Ouazanni, Marruecos; Jitendra Sharma, India;

José Mulligan, Nicaragua; Beto Almeida, Brasil;

Juan Madrid, España; Sonja de Vries, EEUU;

Red Ronnie, Italia; Juan Kalvellido, España;

Miguel Urbano, Portugal; Nora de Izcue, Perú;

Raúl Pérez Torres, Ecuador; Santiago Alba Rico, España;

José Steinsleger, México; Setsuko Ono, Japón-EEUU;

Susan Willis, EEUU; Vicente Romano, España;

Néstor Kohan, Argentina; Pedro de Castro Amaral, Brasil;

Angeles Maestro, España; Vicente Battista, Argentina;

Stefania Mosca, Venezuela; Clifton Ross, EEUU;

Zlatko Krasni, Serbia; Wim Dierckxsens, Costa Rica;

Sérgio Saboya, Brasil; Claudio Katz, Argentina;

Luciano Alzaga, Argentina; Corium Aharoniam, Uruguay;

Donatella Mészáros, Italia; Carol Cross, EEUU;

Raly Barrionuevo, Argentina; Kali Akuno, EEUU;

Gloria Berrocal, España; Rodolfo Livingston, Argentina;

Remy Herrera, Francia; Mano Melo, Brasil;

Irene Amador, España; Paul Emile Dupret, Bélgica;

Jaime Losada, España; Marcelo Resende, Brasil;

Pablo Marcano García, Puerto Rico;

Miguel Martín Ayllón, España; José C. Rovira, España;

Alvaro Castillo Granada, Colombia, Natalia Toledo, México;

Consuelo Sánchez, México; José Heleno Rotta, Brasil;

Shirley Pate, EEUU; Gerardo Cerdas Vega, Costa Rica;

Carlos Marés, Brasil; Clarisse Chiappini Casthilos, Brasil;

Michael S. Smith, EEUU; José Luis Tagliaferro, Argentina-Italia;

Claude Marks, EEUU; Iñaki Errazkin, España;

Eduardo Ebendinger, Brasil; León Ferrari, Argentina;

Guy Bajoit, Bélgica; Lia Sessy, Italia; Ricardo Antunes, Brasil;

María Toledano, España; Robert Franck, Bélgica;

Verena Graf, Suiza; Eva Björklund, Suecia; Raúl Vallejo, Ecuador;

Eduardo Guimarães, Brasil; Aitana Alberti, Argentina-Cuba;

Sara Rosemberg, Argentina; Beatriz Bissio, Brasil;

Bert de Belder, Bélgica; Jaime Mejía Duque, Colombia;

Jane Franklin, EEUU; Alicia Hermida, España;

Ana Esther Ceceña, México; Angel Parra, Chile;

Branca Eloysa P. Ferreira, Brasil; Dionne Brand, Canadá;

Sergio J. Dos Santos França, Brasil; Lêdo Ivo, Brasil;

Rosario Murillo, Nicaragua; José Antonio Barroso Toledo, España;

Christine Fayart, Bélgica; Caique Botkay, Brasil;

Angelica Malinarich-Dorfman, Chile;

Manuel Fernández-Cuesta, España; Sidnei Liberal, Brasil;

Carlos Takeshi, Brasil; Jean Pestiaux, Bélgica;

Aderbal Ashogun, Brasil; Carlos Baron, Chile;

Alejandro Moreano, Ecuador; Hans-Otto Dill, Alemania;

Carmem Regina de Vargas, Brasil; Richard Becker, EEUU;

David Lagmanovich, Argentina; Carmen Vargas, Brasil;

Jean Philippe Peemans, Bélgica; Aderbal Moreira Costa, Brasil;

Claudia Korol, Argentina; Teodoro Buarque de Hollanda, Brasil;

Enrique Dacal, Argentina; Célia Ravero, Brasil; Nico Hirft, Bélgica;

Andrea Duffour, Suiza; Ana Tendler, Brasil;

Carolina Virguez, Colombia; Terezinha Lameira, Brasil;

Juan Carlos Volnovich, Argentina; Clarissa Matheus, Brasil;

Hugo Achugar, Uruguay; Michael Steven Smith, EEUU;

Nicolas Bardos, Bélgica; Anisio Palhano P. Ferreira, Brasil;

Vera Malaguiti, Brasil; Danielle Bleitrach, Francia;

Rafael Spregelbud, Argentina; Augusto Boal, Brasil; Bob Stone, EEUU;

Pierre Beaudet, Bélgica; Clarisse Mantuano, Brasil; Vivaldo Franco, Brasil;

Claufe Rodrigues, Brasil; Alicia Jrapcko, EEUU; Waldir Leite, Brasil;

Dácio Malta, Brasil; Anne Waldmann, EEUU; Danon Lacerda, Brasil;

Betsy Bowman, EEUU; Denise Fraga, Brasil; Bryan Becker, EEUU;

Echaterina Brasileiro, Brasil; Joy Harjo, EEUU; Jorge Fons, México;

Emilio Mira y Lopez, Brasil; Fábio Basilone, Brasil;

Mary Louise Pratt, EEUU; Andrés Linares, España;

Geraldo Moreira, Brasil; Angeles Diez Rodríguez, España;

Ana Lydia Vega, Puerto Rico; Susana Fiorito, Argentina;

Joseph Mutti, EEUU; Haroldo Costa, Brasil; Margot Pepper, EEUU;

Isadora Jinkings, Brasil; Carlos Tena, España;

Andrés Ordoñez, México; Ivair Itagiba, Brasil;

David Acera Rodríguez, España; Ivana Jinkings, Brasil;

Eduardo Hernández Fernández, España; Jalusa Barcelos, Brasil;

Iñaki Markiegi, España; Jaqueline da Silva, Brasil; Jorge Lopez Ave, España;

Jesús Chediak, Brasil; Justo Carracedo, España; Jean Portante, Luxemburgo;

José Vicente Tavares dos Santos, Brasil; José Braga, Brasil;

Jussara Freire, Brasil; Miguel Riera Montesinos, España;

Leila Jinkings, Brasil; Pepe Mejía, España; Luis Carlos Cseko, Brasil;

Alain Ruscio, Francia; Mãe Beata de Yemoja, Brasil;

Susana Vellegia, Argentina; Marcello Guimaraes, Brasil;

Beatriz Stolowicz, México; Marcellus Machado, Brasil;

Horacio Verzi, Uruguay; Elvira Concheiro, México;

Mário Augusto Jakobskind, Brasil; Luciano Concheiro, México;

Isabel-Clara Simó, España; Xavier Dalfó, España;

Michele Victer, Brasil; Monique Lemaitre, México;

Miwa Saboya, Brasil; Natalia Toledo, México; Nilo Batista, Brasil;

Hane Haga, Noruega; Olny de Freitas, Brasil;

Clemente Padín, Uruguay; Raymundo de Oliveira, Brasil;

Hernán Rivera Letelier, Chile; Quintín Cabrera, Uruguay;

Regina Libonati, Brasil; Douglas Bohórquez, Venezuela;

Zezé Sack, Brasil; Catherine Murphy, EEUU;

Maximilien Laroche, Haití; Hiber Conteris,Uruguay;

Joao Ubaldo Ribeiro, Brasil; Marita Fornaro, Uruguay;

Graciela Paraskevaidis, Uruguay; Rafael Aponte Ledée, Puerto Rico;

Daisy Zamora, Nicaragua; Mauricio Kartun, Argentina;

Cecilia Boal, Brasil; C. K. Otead, Nueva Zelanda;

Chiranan Pritpeecha, Tailandia; Gerhard Falkner, Alemania;

Quincy Troupe, EEUU; Neshe Yashin, Chipre; Koulsy Lamko, Chad;

Nicole Cage Florentiny, Martinica ; Leslee Lee, Perú;

Andrés Rivera, Argentina; Juan Cristóbal, Perú;

Frèdèric Debuyst, Bélgica; Jean Claude Fritz, Francia;

Gérard Fritz, Francia; Jacques Bidet, Bélgica;

Milagros Rivera, Puerto Rico; Katalina Montero, EEUU;

Luis Fernando Eyerbe, Argentina-Brasil;

Daniel Veronese, Argentina; Pat Murphy, EEUU;

Kendell Hoppolyte, Santa Lucía; Breyten Breytenbach, Sudáfrica;

Ingibjörg Haraldsdóttir, Islandia; Clara Algranati, Argentina;

José Seoane, Argentina; David Franco Monthiel, España.

Para adherirse a la declaración: www.porcuba.org, soberania@porcuba.org

lunes, agosto 07, 2006

Ella es Juana en las noches cubanas y del mundo







¡Ay, hijo pa´qué tú formas eso! Parece que tú quieres que te haga un juicio. La naturaleza no me ha dotado de belleza, pero me ha dado su cosita pa´defenderme. ¿Tú me entiendes? Pa´que el pueblo goce. Lo que traigo es lo último pa´que me respeten.”

Espíritu burlón, La batea, Del teatro pa’ la calle, Drume negrita o Noche de ronda son canciones interpretadas muy peculiarmente por esta mujer porque en la pista, en el escenario, ella sale a hacer lo que le gusta, lo que quiere porque ella es Juana Bacallao, la diosa negra de los cabarets cubanos.

Así escuché llamarla porque aunque ella no tiene una extraordinaria belleza física, sí es muy justo afirmar que posee un carisma que la hace única en la farándula.

Juana es música de pies a cabezas, todavía con su longevidad levanta los más apáticos de los asientos y hace reír al más avinagrado de los espectadores. Además, Juana no cree en los años para brindarnos la función que esperamos, no sólo por la buena factura de la presentación, sino por todo el andamiaje que significa hasta el vestuario también. No duda en ponerse guantes de franela blanca y tacones altísimos para darnos la imagen de la típica cantante de cabaret con sus poses y glamour.

Juana Bacallao o Juana la Cubana, como más nos gusta llamarle, tiene más de siete décadas de vida artística. Cuentan que desde sus inicios resultaba para todos un verdadero enigma aquella jovencita negra, que para sonreír hacía una mueca, de muy baja estatura, regordeta, barrigoncita, pero con una gracia descomunal sobre el escenario.
Pero el mayor enigma sigue siendo que Juana Bacallao ni canta, ni baila, ni se ha podido aprender jamás un guión musical de cabaret. Las espontáneas ocurrencias y los gestos corporales caracterizan a esta show woman. El timbre de su voz es áspero, nada melodioso ni agradable al oído. Siempre hace en el escenario lo que le viene en gana, canta como le parece, desafina bárbaramente, olvida o cambia la letra de las canciones, sin artificios, sin buen dicción, a veces se le escapa alguna mala palabra y hasta ofende a cualquiera del público, cuando la provocan y no está de venas. Por su puesto que esta espontaneidad produce enormes carcajadas en todos los presentes.

Es que Juana siempre ha sido un caso raro y único en la historia de nuestro arte vernáculo, todo un espectáculo fuera de lo común, extravagante.
En la escena se transforma en un ser explosivo y fulminante, sobre todo por su vocabulario de artillería, y su boca de pura candela y gracia popular, llegando a ser hasta en ocasiones vulgar.
Algunos atribuyen su éxito y su larga trayectoria de trabajo profesional al cariño que le rinden sus amigos personales. Pero en su vida privada Juana Bacallao no es tan sociable como parece que lo es cuando canta y se mueve en escena. Ella es de carácter introvertido y tímido.
Pero Juana es muy original y natural. Pienso que esa es la verdadera razón de su éxito, su única carta de triunfo. Su atractivo y encanto ante las candilejas conjuraron siempre su buena estrella, la que ha tenido a través de todos estos años, y su hechizo, por supuesto, reitero que se debe a su originalidad, un don que quizás le obsequiaron sus santos.
Son muchísimos gratos momentos que le debemos a esta fantástica mujer, porque además, tocar la fama con las manos y mantenerse humilde es indudablemente un privilegio de grandes que tenemos que reconocer en ella. Por eso alguien dijo que cuando Juana Bacallao extiende sus brazos acaricia a la vez el cielo y la tierra. Quien la ha visto en un escenario no se imagina cuánto respeto le merecen su arte y su público. Cuando ella está en la pista es un fenómeno. Varios espacios reconocidos del mundo y de la Isla la han acogido y la seguirán aplaudiendo porque Juana no piensa todavía en el retiro. Dice ella que “mientras halla juventud y belleza” seguirá en las tablas porque ella “está p’al daño”.

Juana es una maga, sí, puede ser que lo sea, aunque siempre esos poderes, tan ocultos, son más conocidos por la naturaleza que por el hombre.

Juana la de Cuba, la del mundo, burla al tiempo y comparte con su público siempre como la primera vez. Y estará aquí como ella misma canta, hasta que la muerte le sorprenda entre cortinas y escenarios, con sus pelucas, “sus joyas”, sus lentejuelas y sus tacones altos. Y nosotros nunca nos cansaremos de aplaudirla y agradecerle de todo corazón.

martes, agosto 01, 2006

El Benny

Profesionalidad, rigor, y mucho corazón es lo que más se aprecia en la película cubana El Benny la que al decir de su director no es un musical convencional, ni una película lineal y cronológica.

Es un largometraje de ficción cuyo gran reto ha sido lograr la resurrección de la Cuba de los años 40 y 50, así como la música del Benny en otra voz, pues sus grabaciones monofónicas y tecnologías de otra época, no tienen la calidad necesaria para esta película en nuestros tiempos

Al Benny lo interpreta el actor Renny Arozarena, quien se vio en la necesidad de adelgazar y estudiar psicológica y físicamente al músico. Su actuación es bien convincente y tan fuertemente lograda, que en poco tiempo el espectador se olvida del casi ningún parecido entre este hombre y el que representa, porque no se parece en nada físicamente al Bárbaro del Ritmo, a quien interpreta y dobla.

Durante las dos horas que dura El Benny se precia una impecable factura musical, se aprecia que fue un hombre talentoso y con una voz mágica, sensual, maravillosa, a pesar de haber sido un sencillo campesino autodidacta desgarrado por su fuerte adicción al alcohol. En la película se escuchan 42 temas musicales y se refleja el delirio que el Benny provocaba en las multitudes de admiradores.

No es en realidad una película biográfica, narra una historia que empieza cuando Benny Moré acababa de llegar de México ya dentro de la cosecha de la fama mundial.

La línea argumental nos lleva a un Benny que se ve ante la disyuntiva de navegar entre su música, la que siempre le salió impulsada por litros de ron y aguardiente, y la necesidad de ponerle freno a las borracheras constantes para poder estar junto a la mujer amada o para no morir, como lamentablemente sucedió.

El personaje está tomado a discreción con la intención de montarnos una colorida ficción, con matices costumbristas y cuadros llenos de música potente, de bares, neón, luces rojas y mucha diversión, tal como era La Habana que vivió Benny Moré.

Aparecen las calles atestadas de gente y la vida nocturna de gozo, cantinas y casinos; en esta ciudad que también llevaba a cabo discretamente su lucha contra los métodos represivos y dictatoriales de Fulgencio Batista. De repente surge en medio de la pantalla aquel Benny con sus pantalones amplios de estilo chuchero, sus impecables camisas blancas, los zapatos de dos tonos, el sombrero alón y el inseparable bastón marcando el compás frente a su banda y dando pasillos con aquel estilo inconfundible e irrepetible.

El Benny, nos canta una y otra vez en la voz del trovador santiaguero Juan Manuel Villi, cuyo timbre sorprende por su riqueza melódica y por el parecido al del Benny porque ninguno de los temas tiene el sonido original del ídolo.

Los cortes cronológicos son los detalles menos logrados del filme, no siempre afortunados a la hora de darnos una idea de la historia de Benny Moré y un manejo a veces liviano de su drama personal, pero ello no la desmerita al ser valorada como una obra poderosamente sensible y perfeccionista.

Los rutilantes escenarios con la figura del Benny, los bailadores y la vida nocturna habanera de a mediados del pasado siglo cubren las expectativas del más exigente de los espectadores.

Mucho sonará aún esta película que la “cinematografía musical cubana debía al Benny”, al decir de una amigo.

domingo, julio 30, 2006

Se avizora Festival de Ballet de La Habana

Ya comienzan a relamerse de gusto los amantes de la danza en Cuba porque una vez más, bailarines de prestigiosas compañías participarán en el XX Festival Internacional de Ballet de La Habana, del 28 de octubre al 6 de noviembre.

Hasta ahora ya han confirmado su presencia Carla Fracci, Julio Bocca, Maximiliano Guerra, Ángel Corella, Simona Noja, Alicia Amatriain, Ana Laguna, Joaquín de Luz, Leticia Giuliani, Agnés Letestu, Mats Ek José Martínez y otros.

Estrellas de la 0pera de París, del New York City Ballet, del Stuttgart Ballet, del Ballet de la 0pera de Viena, del Royal Ballet de Londres y del Danish Royal Ballet, entre otros, actuarán en los escenarios capitalinos.

Del patio tendremos a los solistas y el cuerpo de baile del Ballet Nacional de Cuba, a Viengsay Valdés, Carlos Acosta, José Manuel y Joel Carreño, Bárbara García, Anette Delgado, Sadaise Arencibia, Hayna Gutiérrez, Rómel Frómeta, Víctor Gilí, Elier Bourzac, Javier Torres y Miguel Ángel Blanco,.

Habrá varios estrenos mundiales, como Cuadros de una exposición, la nueva coreografía de Alicia Alonso inspirada en una de las partituras más conocidas del compositor ruso Modest Mussorgski. La obra sugiere una hipotética visita a una muestra pictórica. Concebida en diez escenas, cada pieza musical corresponde a un cuadro diferente. La danza recreará la atmósfera, el tema o los personajes de cada lienzo.

Más de una decena de artistas plásticos cubanos están inmersos en ese proyecto, entre ellos Roberto Fabelo, Zayda del Río, Arturo Montoto, Nelson Domínguez, Ileana Mulet, Alicia Leal, Ángel Ramírez, William Hernández y Cosme Proenza. El telón de boca será pintado por Alfredo Sosabravo.

La célebre Carla Fracci estrenará la coreografía Desnuda Luz del Amor, creada por Alicia Alonso para ella. Con música del francés Ernest Chausson y diseños de Ricardo Reymena, este ballet de atmósfera, intimista, refleja metafóricamente la vida sentimental de una mujer.

Julio Bocca, quien bailó por vez primera el protagónico de El lago de los cisnes en un Festival de Ballet de La Habana anunció su retiro con esa obra, otra vez aquí en la capital. El bailarín se retirará definitivamente de la escena en 2007.

Durante el XX Festival desarrollarán el V Curso de Ballet para profesionales y estudiantes y similar edición del Concurso Iberoamericano de Coreografía CIC 2006.

En los más de 40 años de vida del Festival han participado cincuenta y ocho compañías extranjeras y cerca de un millar de invitados entre bailarines, coreógrafos, diseñadores y compositores musicales de 57 países de los cinco continentes. Y más de ochocientas obras en premier, 208 con carácter mundial y alrededor de seiscientas vistas por primera vez en Cuba.

viernes, julio 28, 2006

¡A gozar en Santiago!

Dos semanas de fiestas y alegría cautivan al alma santiaguera y a todos los que podemos llegar hasta allí. Congas, paseos y quioscos excitan el entusiasmo de todos en Santiago de Cuba que esperan con anhelo el año entero para celebrar su carnaval.

Haciendo un poco de historia vale recordar que el carnaval de Santiago comenzó a principios del siglo XX; pero no quiere decir esto que esos fueron sus orígenes. El entusiasmo musical ya era incontrolable desde mucho antes, en tiempos coloniales. Los esclavos celebraban y cantaban a sus santos: Santa Cristina, 24 de julio, Santiago Apóstol (Patrón de Santiago de Cuba), 25 de julio, y Santa Ana y San Joaquín, 26 de julio, así fiesteando hasta finales del mes.

En mayo y junio son los “ensayos”: las congas y los paseos practican sus pasos y coreografías, animados por obtener el primer lugar en los premios del desfile. Muchos participantes son miembros de familias que por generaciones han tomado parte en estas celebraciones. Basta con verlos para darse cuenta.

La corneta china se oye acompañada de los tambores, cuando las congas salen a las calles a celebrar. Preparan sus vestuarios y adornan sus carrozas.

El Carnaval de Santiago, como casi todos los de la Isla, se compone de dos actividades simultáneas; los desfiles y los quioscos con los bailables. Desde el atardecer hasta ya bien entrada la madrugada es el desfile de comparsas, culminando con las Congas.

Los desfiles comienzan con los muñecotes que con su simpatía anuncian el comienzo de una noche más de carnaval en la histórica y bella ciudad, la más caribeña de Cuba.

Ellos llegan al rumbón y bailan y se abalanzan sobre los espectadores mientras que los niños corren, unos a esconderse y otros a tocarlos.

Las tres comparsas que caracterizan al Carnaval de Santiago de Cuba son la Carabalí Izuama, la Carabalí Olugo, y la Tumba Francesa. Comparsas centenarias desfilan con el ritmo y sus trajes típicos. Son majestuosas, religiosas, místicas, cuando desfilan con su toque original. La música invita a moverse a un ritmo diferente, pero sabroso y pegajoso. Un gran espectáculo, pero el carnaval aun está empezando porque después vienen los paseos y las congas.

Cada comparsa anuncia su entrada con faroleros y penduleros. De acuerdo al barrio pueden extenderse de una o dos cuadras en su demostración de destreza, llegando a crear el efecto de proveerle vida propia a las farolas y péndulos. Les siguen los bailarines con en el tradicional baile de pasillo de comparsa efectuado con la precisión de profesionales.

En los trajes alegóricos de los bailarines hay toda una gama de colorido esplendor y lujo que baña las calles santiagueras, en continuo movimiento al ritmo de los músicos que le siguen. Cerrando el paseo las carrozas con sus vistosas santiagueras que desde lo alto saludan a los fieles espectadores cubanos y extranjeros que año tras año van a disfrutar, o mejor dicho, a gozar de lo lindo.

La conga, por su parte, se dice por allá que es la expresión danzaria del negro cubano. Nadie que escuche una conga santiaguera, por muy patón que sea, puede evitar que sus pies no sean embriagados por el toque de la corneta china y el tambor. El latido baja por las venas creando la sobredosis de adrenalina necesaria para llevarlo a ser arrastrado por ese mar de gente arroyando. Esta es una experiencia que se siente, se vive, se goza. ¡Única!

La conga más popular es la Conga de los Hoyos o del Cocuyo, fundada entre 1902 y 1904. Esta conga aun mantiene los tres ritmos diferentes en tradición: El Pilomo que es toque de conga, el Manon, y la Columbia. La corneta china se le incorporó en1916 y después se volvió toque típico de todas las congas santiagueras. La Conga de los Hoyos realiza un preámbulo visitando los otros barrios, donde radican las otras congas para “calentar” el ambiente, siempre con carácter fraternal.

Otro elemento muy vistoso que se destaca como parte de las congas es el desfile de los caperos. Una verdadera exhibición de esplendorosas capas diseñadas y bordadas a mano que son verdaderas obras de arte. ¡Sí que lo son!

Entre las congas más destacadas, además de la Conga de los Hoyos, se encuentran la de San Agustín, Paso Franco, San Pedrito, Alto Pino, y otras.

Mientras los desfiles están en todo su apogeo, los quioscos animan al resto de la ciudad que entera se viste de fiesta, cuadras tras cuadras. Hay quienes afirman que es en estos lugares donde mejor se puede gozar y no lo dudo, por experiencia.

Próximo al quiosco se instala una tarima, donde cada día del carnaval toca una agrupación diferente, desde las más reconocidas en Cuba, hasta debutantes. Cada quiosco tiene su clientela fiel que año tras año acude en citas infalibles.

Claro, también se puede ir por todo Santiago empezando en la Trocha y bailando y tomando una cervecita en uno que otro hasta llegar al Paseo Martí al otro extremo de la ciudad. Después se regresa por calles aledañas disfrutando del mismo vacilón.

El santiaguero y el carnaval se convierten en una sola cosa. Interactúan al mismo compás. Realmente es una fiesta irrepetible.








viernes, julio 14, 2006

Delirio en escenario habanero



Supuestamente el espíritu de Celia Cruz, la hoy ya desaparecida Reina de la salsa, ha regresado a la escena cubana para reencontrarse con el fantasma de otra inmensa gloria de la música cubana, nuestro Benny Moré, el bárbaro del Ritmo, en una nueva versión de Delirio Habanero, del también desaparecido dramaturgo cubano Alberto Pedro, uno de los mejores dramaturgos cubanos de los últimos tiempos, autor también de Manteca y de Weekend en Bahía.

Teatro de la Luna nos ha puesto en escena una adaptación de Delirio Habanero, la historia tiene lugar en un viejo local de La Habana que fue clausurado en los años 60. Allí se reúnen tres delirantes personajes que creen ser Celia Cruz, la Guarachera de Cuba, que supuestamente ha vuelto a la isla de incógnito, un muerto vivo que se imagina Benny Moré, el Bárbaro del Ritmo, y Varilla, quien fuera el más emblemático cantinero de la todavía muy popular Bodeguita del Medio, en otros tiempos. Cada noche, este local en ruinas, pendiente de ser demolido, es su refugio físico y espiritual para soñar y creerse los seres que no son.

La obra trata del desgarro de la emigración y el exilio, evocando las noches de La Habana en los desaparecidos locales de lujo y permite acercarnos más a los cultos sincréticos y las esencias de la música cubana, desde el bolero hasta la rumba y la rica guaracha.

Estos tres tres alienados mentales se reinventan un mundo otro, diferente, y evaden todo cuanto quebrante sus fantasías. Celia Cruz canta vestida con un ceñido traje que simboliza la bandera cubana, se puede disfrutar de un baile imaginario entre la Reina y el Bárbaro e imaginar el glamour de las noches cubanas de antaño a través de los relatos del enigmático Varilla. Hay un rejuego de simulaciones y alegorías, en una atmósfera que zigzaguea entre la realidad y la ilusión.

Esta obra fue premiada en el Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz. L acogida de público es enorme en cada presentación según pudimos conocer. En nuestra noche hubo hasta espectadores de pie.

Durante dos meses a teatro lleno esta obra es de lo mejor que se puede ver en las tablas habaneras. Sí que es un delirio su presentación.



Con tremendo éxito de nuevo "Un día en el Solar" en las tablas cubanas



La mítica comedia musical cubana Un día en el Solar que fuera estrenada en marzo de 1964, con libreto de Lisandro Otero, convertida en un clásico ya , ha vuelto a la escena cubana. Y que regreso. Fresco, juvenil, dinámico, en una puesta en escena realmente agradable.

Con música del talentoso Tony Taño, y la dirección de Carlos Loy, ha sido retomada y de nuevo logra atrapar al público con su gracia y su cubanía. El típico solar habanero y sus simpáticos personajes es el escenario de cada uno de los momentos que se suceden llenos de música y bailes.

El tiempo se me pasó sin sentirlo y cuando el telón se cerró quedé con deseos de ver más, de que hubiera algo más para continuar el deleite con el buen teatro.

Los polvos en la puerta de algún cuarto, las lavanderas, la limpieza, la chismosa, la cola del agua, el pregonero, el mira huecos, la religiosa, el rumbero… El público accede así a todos los personajes y situaciones típicas del solar habanero del siglo XX que se manifiestan en esta hilarante puesta en escena que tiene lugar en el Teatro Fausto de la ciudad de La Habana. Algunos diálogos están traídos más a la contemporaneidad, pero con acierto y picardía. No se dañan la intención ni los mensajes.

El rescate de lo mejor de nuestras obras teatrales, sobre todo de aquellas que marcaron una época, forma parte del proyecto cultural que en teatro se lleva a cabo en la ciudad este verano. Y esta no deja de ser una buena idea. Lástima que no todas las condiciones son tan buenas como la obra misma, pues la iluminación y la escenografía se quedaron por debajo del nivel de la actuación y de al proyección de los actores en escena.

Más de cuatro décadas después de escribir esta comedia musical, Lisandro Otero comentó que ese ámbito es un vivero de costumbres, crisol de muchas formas interesantes de folclore, desde las religiones de origen africano hasta formas musicales autóctonas como la famosa rumba.

Orlando Quiroga ha dicho de la obra: "El solar... en tránsito hacia la desaparición la triste ciudadela muestra sus últimos colores en un gran espectáculo".

Es esta una magnífica ocasión para disfrutar una vez más del más auténtico teatro costumbrista cubano.

martes, julio 04, 2006

Credenciales de Sur Caribe

Ya se acercan las fiestas de carnaval en distintas regiones del país y en estos momentos la orquesta Sur Caribe se encuentra aún entre las primeras del país en popularidad y aceptación del público bailador, que prefiere sentirse a gusto con una nueva sonoridad propia del Sur del Caribe y que la pone como decimos “en buen cubano”. en la pelea con otras agrupaciones que colman los lugares bailables de La Habana.

Sur Caribe recibe su nombre debido a la posición geográfica de la hermosa ciudad de Santiago de Cuba, situada en el Sur de la Isla de Cuba, bañada por las tibias aguas del mar Caribe. La orquesta y Ricardo Leyva unieron sus destinos en 1987, unión provocadora de una explosión de popularidad que convirtió rápidamente a la orquesta en la más popular de la oriental ciudad. Y vale decir que esta aceptación del público se mantiene hasta nuestros días.

La orquesta Sur Caribe está compuesta por 16 jóvenes músicos santiagueros egresados de las Escuelas de Música, quienes con un elevado nivel técnico y un alto rigor profesional ejecutan con peculiares arreglos de su director, que la hacen distinguirse dentro de las orquestas cubanas, todos los géneros de la música popular de nuestro tiempo.

Piano, Bajo, Teclados, Tres, Congas, Timbales, 3 Trombones, 4 cantantes, drums, güiro y percusión menor constituyen el formato de esta agrupación.

Ricardo Leyva, su director, es un prolífico compositor que aporta el mayor por ciento de las obras que conforman el repertorio de la orquesta. Además de ser considerado un excelente orquestador, este músico se desempeña también, con mucho éxito, como productor discográfico.

Diversas obras suyas han obtenido premios y menciones en Concursos de Composición e interpretación musical de la Isla. En todos estos años Sur Caribe se ha presentado en los principales escenarios bailables de todo el país. Además ha participado exitosamente en diversos Festivales y se mantiene en las listas de éxitos radiales.

En su tercera producción con la Casa disquera EGREM , después de dos fonogramas muy exitosos, Sur Caribe Con to’ y Caminando, Ricardo Leyva ha vuelto a la carga con una super producción que incluye el éxito Añoranza por la Conga, número uno en las listas de éxitos en Cuba.

Ese CD recoge 13 temas de la autoría de Leyva, pensados para hacer pasar no sólo un rato agradable. Temas como Somos todos, interpretado por Jenny y Jorge Leliebre, la cantante y el flautista de la orquesta Van Van, quien se estrena en el arte de cantar, nos deleitan en esa trama siempre tan bien acogida que es el amor incondicional.

Lejos de Santiago con la colaboración de María Ochoa nos pasea por la trova tradicional. La producción incluye una multimedia con dos videos, fotos, así como información sobre los CD anteriores.

El diseño es otro valor agregado del fonograma, un diseño sobrio con colores poco usuales que recogen el sentir hacia el trabajo de destacados músicos cubanos, allí podemos encontrar la firma y opinión de Eliades Ohoa, Juan Formell y otros. Por ultimo, a relieve, encontramos la huella digital casi imperceptible, de su productor, que viene a dar el toque final para hacer gala de su nombre: CREDENCIALES.