sábado, febrero 03, 2007

Yolanda Hernández cautivadora Diva cubana

“Maravilloso” resulta insuficiente. Hay que inventar el adjetivo en nuestra lengua capaz de calificar a un concierto como el ofrecido por la experimentada y consagrada soprano cubana Yolanda Hernández en nuestra Habana Vieja.

El V Festival de música Antigua Esteban Salas, una vez más se vistió de lujo con las grandes arias barrocas interpretadas por Yolanda Hernández acompañada al piano por Marita Rodríguez y otros músicos invitados, en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, en la noche del viernes.

Toda música del Siglo XVII: Vivaldi, Bach, Haendel, Caldara, Stradella y Purcel; llenaron el espacio sonoro de la magnífica sala de conciertos, en la potente voz de la Diva de Ébano, dueña de un bello y amplio registro vocal, un timbre claro y brillante, en un abarcador programa digno de complacer plenamente a los melómanos más exigentes.

Con When I am laid in Earth se inició el jubileo seguido de Music for a While ambas composiciones de Henry Purcell. Ya estaba echada la suerte, el éxtasis se iría apoderando de todos los presentes con cada una de las interpretaciones de esta “soberana”, cuya entrega interpretativa, apoyada en una imagen apasionada, hermosa y segura sobre la escena, permitió que su excepcional voz nos cautivara sin alardes y que se estableciera una sincronía sentimental, anclada en los sentidos, que sólo auspician la música elevada y el intérprete virtuoso, al decir de una colega.

Y para demostrarlo ahí está su interpretación, con esa voz de gran expresividad y volumen, en Cosi, amor, mi fai languir de Alessandro Stradella; Selva amichi de Antonio Caldara o Lascia ch’io pianga, Ombra mai fu, Dank sei Dir, Herr y Pinageró de sorte mia, todas de Georg Fiedrich Haendel.

Jóvenes músicos invitados acompañaron a la Diva en algunas de sus interpretaciones: Zorimé Vega en la flauta, quien se desempeñó con gran profesionalidad acompañándole en Aus Liebe will mein Heiland sterben de Johann Sebastian Bach. Igualmente le acompañaron en Erbarme Dich, mein Gott, um meiner Zäbren willem, también de Bach, Beatriz Vera como primer violín, Silvia Suárez, segundo violín; Yuliena Fernández, viola y Maylín Sevila en el violoncello.

Momento sublime lo constituyó la presencia de la música de Antonio Vivaldi de quien le escuchamos Sposa son dispenzzata y Un certo non so che.

En ocasiones nos sentimos transportados a las salas cortesanas medievales de Florencia, a los sobrios castillos austriacos o a la Suiza besada por los Alpes.

Finalizado el concierto, el público presente, funcionarios de la cultura, cuerpo diplomático, artistas, amigos y familiares de la Diva le prodigaron un prolongado “encore” por lo que Marita y Yolanda decidieron regalarnos una obra que siempre queremos escuchar en su voz poderosa y expresiva Tu Lo Sai de Giuseppe Torreli.

Yolanda Hernández estudió canto, piano y percusión en La Habana, se perfeccionó en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú y en Polonia. Fue acreedora del Gran Premio con Mención Especial por la calidad interpretativa del Concurso Tchaikovsky en el año1974.Yolanda es fundadora del Teatro Lírico Nacional de Cuba donde tuvo a su cargo el papel protagónico en la presentación de la opera Halka. Ha tenido muchos otros protagónicos en diversas óperas en el Teatro Bolshoi, la Ópera e Varsovia, la Ópera de Lyon, la Ópera de Nantes y la Ópera de Tokio; además ha ofrecido recitales en numerosos países, cosechando lauros en los escenarios más exigentes del arte lírico mundial como son la Gran Sala Tchaikovsky de Moscú, la sede de la UNESCO, la Casa de las Américas en España, la Embajada de Brasil en Paris, el Gran Teatro de Gijón, el Museo de los Instrumentos de Munich, el Museo de Arte Moderno de Paris, la Iglesia de Nuestra señora de la Paz en Macon, las iglesias de la Santa Trinidad y San Vicente de Paul en Paris y otras.

Dicen que Yolanda canta como los ángeles, yo nunca he escuchado cantar a ninguno; mas me atrevería a decir que los ángeles cantan como Yolanda.

martes, enero 30, 2007

La Puta Respetuosa a teatro lleno

Las puertas del teatro Trianón han vuelto a verse abarrotadas de personas que intentan alcanzar las pocas sillas que sobre el escenario se distribuyen para poder presenciar la nueva puesta en escena de La Puta Respetuosa (como resulta de la traducción literal del francés), obra que tuvo su estreno en Cuba dos años después que en Francia, entonces, en 1948, bajo la dirección artística de Francisco Parés. Luego la llevó a escena Eric Santamaría en 1954. Varios años más tarde Francisco Morín la llevó a la Sala Covarrubias, en 1960 aún sin estar terminada su construcción y, según se cuenta el propio autor de la pieza vino a verla en La Habana.

Ahora, con la intención de dinamitar el texto ya reconocido y ubicarlo en un contexto donde el acoso a Lizzie tenga matices de ahora mismo, de los riesgos de un mundo que en estos días también aprende otras formas de su posible estallido, teatro El Público vuelve la vista a Jean Paul Sastre presentándonos teatro francés asumido con irreverencia y delicado sentido de respetabilidad.

Esta, la ramera, la puta de hoy, se desenvuelve en un ambiente de espectáculo teatral con elementos de show nocturno. El escenario se encuentra desprovisto casi de cualquier elemento, excepto una jaula de “cabillas” de hierro del tamaño de una habitación o cárcel si se quiere, pues a fin de cuentas de eso se trata en la obra, del sentimiento de soledad, aislamiento, impotencia ante el encierro del personaje principal, mujer-víctima que intenta luchar por la verdad de algo en lo que cree y que ha vivido y que se ve de pronto encerrada en una serie de situaciones que la convierten en un objeto. Situaciones que el personaje achaca a una serpiente maldita que lleva en el brazo y que tal vez pueda significar aquel destino maldito o quizás, aquella huella del pasado que nos marca y que cargamos de por vida sin saber por qué.

La puesta se desenvuelve todo el tiempo en un tono de marcada violencia, tanto verbal como física, tal vez, a veces denotada por el excesivo uso de las llamadas “malas palabras”. Todos se atacan de una manera u otra tratando de lograr sus objetivos asaltando la moral psicológica del personaje principal, así como de la sociedad de un tiempo que puede ser el de entonces o el de ahora en Chicago, New York o La Habana.

Las luces son otro elemento a destacar en la obra pues son ellas las que le dan carácter, nos sitúan y enfatizan los diferentes cuadros o escenas.

Sin dudas, el toque fresco dentro de tanta violencia, con lo cual no quiero decir que no sea violenta la imagen, lo dan en la obra los policías, ellos mismos, comienzan la función ataviados solamente con slips de cuero negro, látigos y elementos que nos hacen pensar en azotadores u hombres sacados de una especie de sex show, con lo cual, y con ayuda de la música, nos ayudan a situarnos en el espacio y ambiente que se quiere: Estados Unidos o tal vez, La Nación Américana, sexo, bajos instintos y trasfondos políticos y sociales.

Con “La puta respetuosa” no solo se rescata para el público cubano lo sustancial de un clásico universal representado en otros espacios nacionales y en otros momentos; también, se patentiza la habilidad del director para socializar con tonos transgresores e irreverentes su visión acerca de las múltiples tesis que subyacen en un texto y en la creación teatral.

La Música Antigua de fiesta por la ciudad




Con la actuación de la Banda de gaites de La Habana en la Plaza de Armas, a la 1:00 del día se dio inicio a las actividades del V Festival de Música Antigua Esteban Salas y con el Conjunto de Música Antigua Ars Longa, presentando la comedia madrigalesca Festino (Adriano Banchieri, Bolonia, 1567-1634) en el Palacio de Gobierno (Oficios y Muralla)a las 7:00 pm quedó inaugurado el festival.

Una vez más, la quinta vez consecutiva, el Centro Histórico acoge la celebración del Festival Internacional de Música Antigua Esteban Salas, el cual rinde homenaje al aniversario 400 del estreno de L'Orfeo de Claudio Monteverdi, una de las primeras y más preciadas obras del drama per musica ocurrido el 24 de febrero de 1607.

Bautizado por la Camerata Florentina con esa denominación, ese género vocal instrumental toma auge desde las postrimerías del siglo XVI; es el arte de bien combinar entonaciones, palabras, gestos...: la ópera.

Es por ello que en esta ocasión la Oficina del Historiador de la Ciudad y Ars Longa ofrecen un programa con obras pioneras del arte lírico, además de la representación de antiguas danzas y canciones medievales, partituras de archivos catedralicios y misionales, y virtuosas piezas instrumentales. Se trata de la música que otrora acompañaba fiestas palaciegas y rituales sacros en antiguos templos y palacios de Cuba, América y Europa.

Desde este 27 de enero hasta el 4 de febrero de 2007, tendrán lugar 16 conciertos distribuidos en ocho de los espacios del Centro Histórico: la Iglesia de Paula, el Convento de San Francisco de Asís, el Palacio de Gobierno, el Oratorio de San Felipe Neri, la Casa del Conde de Cañongo, la Casa Carmen Montilla, el Centro Hispanoamericano de Cultura y la Plaza de Armas.

Con el estreno en Cuba de la comedia madrigalesca italiana ¡Festino!, de Adriano Banchieri, Ars Longa inauguró el Festival en el Hemiciclo del Palacio de Gobierno, a manera de una representación cortesana del siglo XVI.

domingo, enero 28, 2007

Josefina Méndez, inasible evocación

Una mujer, un ave extraña, se desplaza suavemente sobre el escenario vacío y oscuro. Su danza puede ser una evolución final, pero es un canto a la vida y a la belleza. No sobra el temblor, ni importa la cercanía de inevitables conclusiones. No puede haber muerte en el espacio de la belleza. La bailarina lo sabe y danza. Su paso por la escena, su vida, esta signado por el deber de hacer hermosa la vida de todos. Solo eso debe contar. Cuando una bailarina se aleja, deja una estela de emoción y los que asistieron a su danza solo pueden agradecerla, recordarla. En la memoria de su público, la bailarina vive para siempre.

Josefina Méndez, una de las más preciadas joyas del ballet cubano, vivirá para siempre convertida en inasible evocación. Su arte está entre lo más revelador de la escena cubana. Integró una entrañable constelación danzaria que ubicó el nombre de Cuba en los pedestales más altos del ballet mundial.

La bailarina resaltó por su delicada expresión, su particular entendimiento de los estilos que interpretó. No solo deslumbró con sus destellos de joya, no solo emocionó con su arte exquisito, sino que lo hizo también a través de los jóvenes que ayudó a formar. Un bailarín formado por ella se sabía portador de un alto aval, un triunfo seguro sobre la escena. Por el legado de Josefina trasciende su labor escénica. Su nombre está asociado con la calidad de la escuela cubana de ballet, una de las principales conquistas de nuestra Isla en la cultura universal.

La bailarina no desaparece, solo ha comenzado a andar por el campo mítico donde las princesas son felices y viven para siempre. La artista, la mujer, la madre, fue artífice de la ilusión, reina de la fantasía. Todos los que de alguna manera asistieron el sábado a su despedida saben que, afortunadamente, no habrá forma de olvidar a quien lo entregó todo hasta el final, a quien amó -y sufrió- con toda la intensidad. No se puede olvidar a quién sudó, lloró, sangró para que fuéramos mejores personas, con sueños más grandes.

Josefina Méndez se ha despedido de nosotros pero nos ha dejado su puerta abierta. Siempre podremos volver a ese mundo fabuloso que creó con su trabajo delicado. Tendremos libertad para admirar su sentido perfecto de la danza, su elegancia sin límites, su gran poder dramático.

En nosotros, será siempre Odette, Giselle, Penélope, Doña Rosita que espera.

En nuestra memoria recorrerá el escenario sobre sus puntas, como un cisne moribundo. La veremos otra vez siendo el Destino, trazo sombrío que acosa a Carmen, o como la simbólica reina de un mundo voraz, trágicamente seductor, en Dionaea. Para todos, bailará para siempre La bella cubana, vestida de azul, rojo y blanco, mujer hecha patria en su arte.

Josefina Méndez, bailarina que se desplaza por un escenario que se ilumina, es un símbolo para nuestro país. Permanecerá siempre en la conciencia de las personas, en la cultura de todo un pueblo, embelleciendo la vida, ayudando a vivir, haciéndonos felices, una y otra vez, para siempre. Inasible evocación. Agradecimientos a LVP

sábado, enero 27, 2007

Nos dice Adiós Joya del Ballet Nacional de Cuba

Nos abandona una de las diosas bajadas de nuestro Olimpo, la excelsa Josefina Méndez dijo adiós a su público para siempre.

La mujer disciplinada, la sublime danzarina entregada de lleno en cada uno de sus papeles, la profesora incansable, la ensayadora constante ha dejado de existir; y deja tras de sí un verdadero ejemplo de artista fiel a sus principios y a su arte.

Ya no la veremos en los salones reflejada en los espejos mientras perfeccionaba los movimientos de los nuevos bailarines seguidores de su magisterio.

Josefina Méndez ganó con su arte el cariño infinito y la admiración ilimitada de su pueblo porque fue una de las más prestigiosas, sólidas y experimentadas representantes de la Escuela Cubana de Ballet.

Fue considerada internacionalmente como una refinada intérprete y maître de sólida valía, con más de medio siglo sobre las tablas.

Josefina formó parte de las cuatro joyas del ballet cubano junto a la también ya desaparecida Mirta Plá, Loipa Araújo y Aurora Bosch.

Su debut escénico tuvo lugar el 27 de marzo del año 1955, en el Teatro Radiocentro interpretando "napolitanos", en el III acto de El lago de los cisnes, cuando el entonces Ballet de Cuba, dirigido por Alicia Alonso e Igor Youskevitch ofrecían funciones en la capital.

Tras ese feliz momento toda su vida transcurrió estrechamente ligada a las vicisitudes y triunfos del movimiento cubano de ballet, que víctima de la apatía oficial, las incomprensiones y las constantes agresiones de los gobiernos en la pseudo república, no se amilanó hasta llegar a ser uno de los más grandiosos frutos de nuestra cultura nacional.

Se inició Josefina en la danza por vocación desde los 7 años en la Escuela de Ballet de la Sociedad Pro-Arte Musical de La Habana, hasta que llegó a su plena realización en el histórico empeño de Alicia, Fernando y Alberto Alonso, quienes se esforzaron por lograr que en Cuba el ballet fuera un arte verdadero y un derecho de todo el pueblo.

Tras la aurora revolucionaria del 1º de enero de 1959, su labor como bailarina, ensayadora o pedagoga formadora de las nuevas generaciones de artistas de ballet, alcanzó lugares cimeros. Su vida y su ejemplo son una prolongación de los grandes triunfos del ballet cubano desde entonces hasta nuestros días.

Actuó con “su” Ballet Nacional de Cuba en medio centenar de países de América, Asia y Europa, igualmente fue Artista y Maître Invitada de prestigiosas agrupaciones y festivales danzarios en diversos países, entre ellos la Ópera de París, el Festival Internacional de Chicago, la Compañía Nacional de Danza de México, el Ballet del Rhin, el Ballet de Odessa, el Ballet Arabesque de Sofia, el Ballet de Alma Atá, el Ballet de Cali y el Ballet de la Ópera de Viena.

Josefina Méndez se hizo acreedora de importantísimos galardones y reconocimientos como merecido tributo a su meritoria labor artística y por la fidelidad a su pueblo y a su Patria, entre ellos: la Distinción por la Cultura Nacional (1981), el Premio Anual del Gran Teatro de La Habana (1992), la Medalla Alejo Carpentier (1984), las Medallas de Bronce y Plata en el Concurso de Varna (1964-65), el Premio Estrella de Oro (París 1970), el Premio Internacional del Arte Sagitario de Oro (Italia, 1976), la Medalla del Consejo Brasileño de la Danza (1987), la Orden Félix Varela (1999), el Doctorado Honoris Causa en Arte (ISA, 2000) y el Premio Nacional de Danza (2003).

En el Gran Teatro de La Habana, testigo de muchos de sus grandes éxitos, se agolpan mudos recuerdos de su carrera, del crecimiento de su estatura escénica, desdoblada en cisne, en sílfide, en campesina, reina o en Wili, en uno de los temperamentales personajes de Lorca, Villaverde o Shakespeare, o en un sinfín de rostros para ofrecer la recreación de una estética pura.

Hoy sentimos profundamente su pérdida pero nos queda en el recuerdo la esencia de su arte y el haber tenido la dicha de verla bailar, de ser contemporáneos de una artista, una maestra en juventud renovada, un ser humano dulce y sublime siempre presto a ofrecer nuevas lecciones de sabiduría, una verdadera dama de la escena en la que florecía día a día la fe y la confianza en el futuro.

martes, enero 16, 2007

Vuelve Danza Contemporánea de Cuba con estrenos sensacionales.

La excepcional compañía Danza Contemporánea de Cuba, inició su primera temporada del año 2007, dedicándola a coreógrafa, profesora y directora Lorna Burdsall, por su espíritu de pertenencia y fidelidad a esta compañía y al desarrollo de la Danza en Cuba. También por por su labor en la Escuela Nacional de Danza, formadora de generaciones de Bailarines, y Directora de “Así Somos”.
Lorna Burdsall fue fundadora de la compañía Danza Contemporánea de Cuba, magnífica bailarina y coreógrafa. También se desempañó como directora de la Compañía Nacional en1964 y1965.

La temporada se inició con varios estrenos mundiales de jóvenes coreógrafos nacionales que integran la nómina del colectivo: las obras Uno y La Separación creaciones coreográficas y musicales de George Céspedes.

Uno, un trabajo de colectivo, de simetría y armonía bien acoplada es este divertimento lleno de dinamismo y especial coordinación de movimientos.

La limpieza de los movimientos, el carácter dramático y la maestría en la interpretación de Miguel Altunaga arrancaron grandes aplausos durante el estreno de La Separación.

Otro estreno fue K2OS con coreografía de Osnel Delgado Wambru y música de Tricky, High Tone y Gorillaz. La idea que centra esta presentación tan original nos lleva al mundo del oficinista, del empresario, del burócrata. Así se refiere lo que el coreógrafo nos expresa: “Usted, cuántas veces ha ordenado su maleta de trabajo, cuántas notas, teléfonos, direcciones, asuntos se le han traspapelados. En ese instante de desespero, de agobio vira su maleta al revés. Es el reflejo de su modus operandi. Es el caos reflejo de usted mismo.”

También tuvo lugar la reposición de Carmen con coreografía de Kenneth Kvamström y la música una adaptación para ballet por el compositor ruso Rodion Schedrin sobre la música original de la Opera “Carmen” de Georges Bizet.

Prospero Merimée no pudo maginarse, cuando en 1846 escribió su novela corta Carmen en una España exótica y romántica, que su gran tragedia iba a provocar tanta pasión en la escena.

La primogenitura le corresponde a la Opera Carmen (1875) de Georges Biset, apasionada, con una orquestación cuidadosa que desborda el drama. Son múltiples y muy variadas las puestas en escena de este género. Otras versiones se destacan en otros medios, como la de Carmen Jones (1954) de Otto Preminger, Alberto Alonso (1967) Francesco Rosi (1983) Peter Brooks (1983) y Carlos Saura (1983).

El coreógrafo sueco Kenneth Kvamström trae una nueva propuesta (sólo para hombres) que más que versión es un pretexto donde, Escamillo-Carmen-Don José se enfrentan a un divertimento en el Tempo de los bailarines. La masculinidad impacta a la actuación trascendente, y deviene el rito primitivo en un juego de roles, por momento taurino, donde se echan las cartas, se simulan mantillas, castañuelas y abanicos. Son majas y manolos en el humor y la tragedia.

La Compañía Danza Contemporánea de Cuba ha realizado más de 200 estrenos, y mantiene en su repertorio activo unas 60 obras, como resultado de un intenso trabajo a partir de la continua búsqueda de un lenguaje universal. Al decir de los expertos, el grupo se destaca por su estilo peculiar de amplias posibilidades expresivas que lo identifica, donde armoniza la integración del teatro moderno y el lenguaje danzario contemporáneo con los ancestros culturales.

martes, enero 02, 2007

Recibió Pablito Milanés el Premio del Gran Teatro de La Habana

Pablo Milanés, nuestro “Pablito” resultó el digno y justo merecedor de Premio Anual 2006 del Gran Teatro de La Habana.

Nuestro siempre aplaudido compositor e intérprete, convertido ya en ícono de una generación de jóvenes trovadores, surgida en el fragor de la defensa de la identidad cultural nacional, recibió de manos de la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso, presidenta del jurado que concede este galardón, el trofeo, con la modestia y la sencillez que siempre le caracteriza.

Muy emotivo resultó este momento, cuando todos los presentes en la colmada sala rindieron su tributo y reconocimiento al artista mediante prolongados aplausos.

Se dice que el nombre de Pablo Milanés está muy ligado a la historia del Gran Teatro de La Habana, pues son infinitas las ocasiones en que allí se ha presentado para cantarle a su pueblo.

Es Pablito Milanés ejemplo de entrega total y permanente al arte, con una ética bien definida, elemento destacado en la fundamentación ofrecida por el jurado, donde se destacan los méritos fundacionales de Pablo como compositor e intérprete y su contribución a la historia de la canción y la música cubanas y latinoamericana.

Pablo, junto con Silvio Rodríguez y el desaparecido Noel Nicola, es uno de los 3 grandes pilares fundadores del Movimiento de la Nueva Trova, que hoy conocemos como Nueva Trova Cubana.

Entre sus méritos Pablito ha sido ganador de dos Grammy Latinos en la reciente séptima edición y del Premio Nacional de Música 2005.

El Premio del Gran Teatro de La Habana tiene como finalidad honrar a personalidades, colectivos, instituciones o eventos cuya relevancia haya sido excepcional y hayan sido presentados en cualquiera de sus salas.

Tras el momento de la premiación tuvo lugar la Gala del Ballet Nacional de Cuba en saludo al Aniversario 48 del Triunfo de la Revolución, como se realiza cada primero de enero.

Esta vez con un rico programa compuesto por las obras Las Sílfides, Canto Vital, Diana y Acteón; y la más reciente creación de Alicia Alonso, el divertimento Cuadros en una exposición.

domingo, diciembre 31, 2006

Tocarán tambor de recordación del extinto intelectual cubano




Celebrarán en Santiago de Cuba con el toque de tambor más largo de Cuba el cumpleaños 65 del extinto intelectual Joel James, quien fuera director de la Casa del Caribe en esa ciudad hasta su muerte en el año 2006.

El próximo 13 de enero, fecha de nacimiento de James, en 1941, diversas agrupaciones de la cultura popular tradicional de todo el país le dedicarán un homenaje a este hombre, quien fuera un acucioso en el estudio y rescate de la identidad y la cultura nacionales.

Rl toque de tambor se iniciará en la ciudad de Pinar del Río el 12 de enero por los grupos 1802 y Tambor Yuca, a los cuales se sumarán otros de La Habana, Matanzas, Cienfuegos, Ciego de Ávila, Camaguey, Las Tunas, Guantánamo y Santiago de Cuba.

Esta original iniciativa finalizará el día 13 con la participación del grupo de origen haitiano Barrancas, del municipio santiaguero de Palma Soriano, que tocará junto a la tumba del relevante investigador en el cementerio de Santa Ifigenia.

Un número especial de la Revista del Caribe, un panel científico sobre la vida y la obra de Joel James, presentaciones artísticas y de un libro de cuentos con el prólogo escrito por él, se insertan igualmente en la celebración.

Joel James está considerado como el principal gestor de la Casa del Caribe en el año1982 y de la Fiesta del Fuego, que ha revitalizado en 26 ediciones los nexos culturales entre los pueblos del área caribeña.

jueves, diciembre 28, 2006






En las tablas cubanas, estos son días de celebraciones, y entre ellas se destaca el concierto por el XIII Aniversario de una sui géneris orquesta de cuerdas la cual despide una elevada dosis de cubanía en nuestro panorama musical sonoro, La Camerata Romeu.

Desde aquel 4 de septiembre de 1993 en que se presentó en el Teatro Nacional de Cuba este ensemble de cuerdas formado por estupendas y talentosas ejecutantes, su camino de éxitos se ha venido ampliando y ya va mucho más allá de lo que originalmente soñaron ellas y su directora la virtuosa Zenaida Castro Romeu.

En la sede permanente de la agrupación, la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, donde sistemáticamente interpretan lo mejor del repertorio de cámara de la música cubana y latinoamericana, tuvo lugar un concierto en el que estuvieron invitados muy especiales, para festejar este aniversario: el célebre actor cubano José Antonio Rodríguez, Premio Nacional de Teatro 2003 y la excelente pianista Ana Martin.

Los acordes de las cuerdas de la Camerata deleitaron a los presentes con un rico programa basado fundamentalmente en la música recogida en el último de sus discos, cuya grabación fue realizada en conciertos en vivo. Cuenta ya la Camerata con una muy aceptada discografía integrada por los CDs Cuba Mía, Danza de las Brujas, Raigal, un monográfico de Roberto Valera en producción, Non Divisi y La Bella Cubana.

Tras las palabras de su directora, quien hizo un recorrido por la incansable labor de la Camerata durante estos 13 años, se inició el concierto cuya primera parte la constituyeron las piezas que forman parte de la última propuesta de la casa disquera Bis MUSIC, el disco de la Camerata titulado Tampa-Habana-Oslo.

Música Argentina para Cuerdas, de Gerardo di Giusto fue la primera ejecución de la noche, la cual arrancó fortísimos aplausos del auditorio. Le siguió Suite Caribe de James Lewis. La magistral interpretación musical y vocal en esta exquisita pieza que se me antoja de fusión, término muy de moda en la actualidad, por la presencia de varios ritmos caribeños, puso de manifiesto un excelente empaste de voces imbricadas armónicamente con los sonidos de la percusión producida por las ejecutantes sobre la madera de sus instrumentos de cuerdas, manteniendo así la base rítmica latino caribeña.

Hoe Down de Aaron Copland también hizo que el concierto alcanzara un altísimo vuelo musical.

Árbol de mi alma, donde se toman y musicalizan textos de José Martí, con arreglo de Cary Rosa, miembro de la orquesta y una sobria interpretación vocal de Yadira Cobo quien inundó el salón con su melodiosa voz.

Muy gustado resultó el increíble arreglo de samba hecho por la violinista Jenny Peña Campos, también miembro de la Camerata. Fue realmente fabuloso el tratamiento dado al popular “tumbao sonero” cubano.

Muy original nos parecieron las bien ensambladas conversaciones interpoladas por las intérpretes, así como sus manifestaciones de júbilo dando un matiz popularísimo y coloquial sin perder la línea melódica la cual se ve enriquecida de este modo.

Momento especialísimo fue la interpretación de los versos de Dulce María Loynaz en voz del siempre bien aclamado José Antonio Rodríguez, un verdadero maestro de la declamación con una significativa mezcla de fuerza expresiva y ternura.

Y como colofón se produjo la presentación de Ana Martin con sus dos más recientes composiciones: Danzón por la partida y A mis padres queridos. Para la interpretación, además del acompañamiento de la Camerata Romeu, se sumaron los músicos Iya Mezenova (flauta), Lino Alberto Pedroso (percusión menor) y Alián Ortiz (batería).

A mis padres queridos recibió una extraordinaria lluvia de aplausos. En esta pieza las notas musicales, en especial sinestesia nos evocan el olor del amanecer en la campiña cubana mezclado con la ternura del jardinero cultivando amorosamente la flor fruto de sus esfuerzos.

Lo más auténtico de la música criolla, popular, campesina y sublime se fundió desde el campo sonoro del piano a la sabia musical de la Camerata Romeu para dar una obra colosal.

Y para regocijo de todos se presentó también un nuevo perfume que saldrá al mercado bajo la firma de Suchel con el sonoro nombre de Camerata, digno homenaje a estas estrellas de las cuerdas cuya fragancia musical estará ahora siempre en el aire.

jueves, diciembre 21, 2006

ABRAZO DE BALLET Y LA FEU

El Ballet Nacional de Cuba, bajo la dirección de Alicia Alonso, protagonizó Con entrada libre de público, una Gala en el estadio Juan Abrahantes de la Universidad de la Habana donde 50 años antes la FEU ofreciera una función de desagravio a la legendaria bailarina en 1956.

Jóvenes bailarines de la mundialmente célebre compañía protagonizaron la actuación que acompañó el cuerpo de baile.

Encabezaron el programa Las sílfides, conocida obra neorromántica con los primeros bailarines Viengsay Valdés, Joel Carreño y Sadaise Arencibia, entre otras estrellas del colectivo cubano.

Destacó también Prólogo para una tragedia (coreografía de Brian McDonald sobre Otelo de William Shakespeare), que interpretaron José Losada, Yolanda Correa, Carlos Quenedit, Aymara Vasallo, Taras Domitro y el cuerpo del Ballet Nacional.

Cerró el programa Sinfonía de Gottschalk, pieza de Alicia Alonso que recrea coreográficamente los dos movimientos “La Noche” y “Fiesta criolla” de la Sinfonía Noche de los trópicos, creada entre 1858 y 1859 por el compositor y famoso pianista norteamericano.

Hayna Gutiérrez y Miguelángel Blanco, Sadaise Arencibia y Víctor Gilí; Anette Delgado y Javier Torres, Viengsay Valdés y Joel Carreño, figuraron entre los principales nombres del elenco.

Fue una noche inolvidable, la de esta función dedicada al Séptimo Congreso de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).

viernes, diciembre 15, 2006

Homenaje y tributo al inolvidable Eddy Martin

Tributo a mi padre es el título del especial concierto que tuvo lugar dedicado a la figura de Antonio Eddy Martin Sánchez, quien desde hace poco ya no se encuentra físicamente entre nosotros, su hija, la talentosa pianista y compositora Ana Martin, ofreció este concierto donde tuvo como invitados a relevantes figuras de la música y la cultura cubana contemporáneas.

Eddy Martin, querido comentarista y periodista, la voz más autorizada entre los comentaristas deportivos en las últimas décadas, ganó por derecho propio un muy merecido espacio en la historia del periodismo deportivo cubano.

Fue este hombre sencillo y de pueblo un verdadero ejemplo de consagración profesional, protagonista de importantes momentos de la historia del atletismo cubano.

Esta figura de la prensa y el deporte nacional fue el maestro de varias generaciones, por la firmeza en la defensa de sus criterios y puntos de vista; por su innegable consagración al trabajo hasta el fatídico momento en que fue víctima de un accidente de tránsito que terminó arrebatándonos su valiosa vida.

No lo olvidamos y en memoria y recordación esta vez el arte, salido de las manos de su hija, sirvió para el estreno absoluto de dos obras instrumentales de su autoría, homenaje post morten a este hombre íntegro quien nos legó una obra imperecedera: Danzón por tu partida y A mi padre querido.

Como invitados la Camerata Romeu, el Dúo Enigma, Carlos Ruiz de la Tejera, José Antonio Rodríguez y Nila Sánchez (prima de Eddy), con la esmerada conducción de Rosalía Arnáez.

Acompañaron a la música fragmentos de poemas en versos y en prosas, donde se destacan las décimas del poeta florenciano Volpino Rodríguez, que narran en síntesis la vida y obra del homenajeado.

Tuvo lugar el estreno de la multimedia Eddy Martin, hijo ilustre de Tamarindo, con música de Ana Martin, elaborada por el Joven Club de Tamarindo, en el municipio de Florencia, Camagüey.

La multimedia se proyectó en una pantalla de fondo sobre la que se veían imágenes por capítulos denominados Niñez, adolescencia y juventud, Vida y obra, Testimonio y una Galería con fotos y videos.

Esta vez la concertista estuvo acompañada por Iya Mezenova (flauta), Verónica Velásquez (cantante), Michel Salazar (bajo), Lino Alberto Pedroso (percusión menor) y Alián Ortiz (batería).

Con la extraordinaria reverencia del público presente se inició este Tributo a mi padre, en una tarde-noche excepcional, en el Teatro del Museo de Bellas Artes.

Se vivieron emoción indescriptibles no sólo por lo que de humano y significativo tuvo al ser dedicado al rey de los comentaristas deportivos cubanos de todos los tiempos sino porque cualquier amante de la buena música no podía dejar de vivirlo.

Las obras creadas por la amantísima hija en memoria del desaparecido padre reprodujeron la fuerza y la mística del amor filial logrando transmitir esa pureza y sutileza que la propia música tiene, como un reflejo de lo que fue capaz de formar este ejemplo de cubano leal a sus principios.

Los invitados que formaron coro en este profundo y sentido homenaje, todos cantantes, declamadores y músicos de gran sensibilidad, quienes lograron una comunicación fluida con el público que colmó la sala, estableciendo un misterio, una poética magia inexplicable, digna del homenaje póstumo a un grande del periodismo deportivo como lo fue Eddy Martin. Sin temor a la exageración podemos decir que fue una noche llena de celebridades.

Algunos lloraron de emoción mientras escuchaban a Ana Martin al piano y veían las imágenes del narrador y comentarista deportivo en el fondo del escenario sobre la gigante pantalla. Se nos ocurre pensar a Eddy Martin hablándonos con emoción de nuestros atletas sobre el arco iris, mientras sonríe porque sabe que no lo olvidamos.

Eddy Martin Sánchez, desde ya convertido en leyenda recibió uno de los tributos más emotivos, muestra de lo maravillosa que pueden ser la música y la poesía para rendir tributo y homenaje, en este caso a uno de los periodistas deportivos más originales e influyentes de la s últimas generaciones de cubanos. (Agradecimiento por fotos de: EDDY MARTIN Jr.)

miércoles, diciembre 06, 2006

Noche de fiesta con Todas las voces todas

Todas las voces todas así, como el título de la popular canción argentina de César Isella, se llama un concierto patentado por la Fundación Guayasamín con la anuencia del compositor argentino, fruto de una idea del cantante cubano Silvio Rodríguez la cual fue concertada en La Habana con el Maestro Oswaldo Guayasamín y el productor de los conciertos en el año 1996. la iniciativa tuvo como finalidad la recaudación de fondos para la llevar a cabo la construcción del gran sueño del pintor ecuatoriano: La Capilla del Hombre, uno de los grandes sueños del Pintor de Iberoamérica.

en Quito, en el Coliseo Cerrado Rumiñahui, con la asistencia de unas 18 mil personas se realizó su primera edición durante tres jornadas contiguas en el mismo año 1996.

Ofrecieron su participación de forma gratuita, una constelación de figuras internacionales, entre ellos, Silvio Rodríguez, Luis Eduardo Aute, César Isella, Fito Páez, Piero, Joaquín Sabina, el charanguista Manolo Criollo, Víctor Heredia, Patricia González, León Gieco, Isabel y Ángel Parra, los grupos Pueblo Nuevo, Tercer Mundo, Fortaleza e Inti Illimani.

El segundo de estos conciertos fue realizado también en Quito, pero en noviembre del año 2003. Allí estuvieron algunos de los artistas que participaron en el primero y se incorporaron otras grandes figuras de la música iberoamericana siempre con la misma finalidad benéfica.

Esta vez La Habana le sirve de sede al grandioso concierto e igualmente que en los anteriores quedará grabado en vivo como testimonio de la cultura musical hispano americana para disfrute de miles de seres en el mundo.

En La Habana la nómina de participantes creció y se anchó hasta el continente africano. Esta vez no ha sido para recaudar fondos sino para festejar el octogésimo onomástico de Fidel Castro.

Figuras como Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Tata Güines, Manolito Simonet, Cabas, Illapu, Margarita Laso, César Isella, el japonés A Koga, Gerardo Alfonso y Eliades Ochoa subieron al escenario y dieron su generosamente contribución solidaria. Igualmente lo hicieron Braulio López “El Olimareño”, Piero, Pueblo Nuevo, Vicente Feliz, Margarita Laso, Pancho Villa, el grupo Arawi Daniel Viglieti, Danny Rivera, Vania Borges, Ricardo Flecha, Lilia Vera, Los Van Van, la Orquesta Aragón, Adalberto Álvarez y Su Son, la mundialmente famosa Mama África, la cantante sudafricana Miriam Makeba y otros.

La Fundación Guayasamín, organizadora de este gran evento artístico se propone en el futuro promover presentaciones en diversos lugares del mundo con el propósito de incentivar la integración de los pueblos a través de la música, siempre sin fines de lucro y como manifestaciones de solidaridad con diversas causas con las que estén de acuerdo los cantautores e intérpretes quienes serán convocados específicamente para cada ocasión.

Este casi fabuloso encuentro tuvo lugar en la Tribuna Antiimperialista José Martí, de nuestra capital. Con Pablo Milanés comenzó la noche seguido del uruguayo Daniel Viglietti. Momento sensacional fue la actuación de Silvio Rodríguez recibido eufóricamente por los miles de asistentes al multitudinario concierto. Igualmente con las orquestas de salsa o Miriam Makeba y su grupo acompañante que incluyó actuaciones de su nieta y otros sudafricanos..

Muy avanzada la noche, casi saludando los rayos del Sol terminó este extraordinario concierto de pueblos.