La Doctora María Teresa Linares, afamada musicóloga cubana, sostuvo en Guantánamo que el ritmo Changüí, autóctono de las serranías orientales, está en un momento de gran vigencia, y auguró que tendrá una larga vida.
La también vicepresidenta de la Fundación Fernando Ortiz y Premio Nacional de Música, es invitada de honor del IV Festival dedicado a esa sonoridad de inestimable valor etnocultural, la cual debe parte de su origen al legado de inmigrantes de Jamaica y Haití, asentados en esta región de la Isla.
Linares subrayó que el Changüí mantiene su identidad, que hay que defenderlo y no precisamente como simiente o derivación de otro ritmo, sino como género que se define a sí mismo por una serie de elementos que van a la par del desarrollo del Guantánamo que lo vio nacer en el siglo XIX.
Subrayó además que este utiliza en su ejecución instrumentos comunes en toda la música cubana, como el tres, bongo, guayo, maracas y claves, pero que su forma de interpretar aquel primero es única y distintiva.
Sobre ese particular rememoró el año 1962, cuando escuchó por primera vez el Changüí, a través del talento del desaparecido músico guantanamero Chito Latamblet, considerado el Tresero Mayor.
Linares destacó la importancia del Festival Nacional de este ritmo que experimenta un clímax de calidad, y elogió su organización e instructivas actividades, que esta vez clausurarán el domingo, con el prolongado concierto conocido como Changüí más largo del mundo.
La especialista, homenajeada en las primeras jornadas de la cita, sugirió y brindó su apoyo para la preparación de un disco compacto y una multimedia que representen a los cultivadores del género, en la próxima Feria Internacional Cubadisco 2010, dedicada a la música campesina.
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