Luis Valdez : mi corazón está en Cuba

Teatrista, dramaturgo, cineasta y permanente activista por los derechos de los chicanos y latinos, Valdez ha realizado una obra artística que es referencia obligada para el teatro más comprometido de Nuestra América.

Hace 46 años cuando vine a Cuba por primera vez, descubrí mi corazón y aquí ha estado siempre, afirmó el artista chicano Luis Valdez, al recibir el Premio Gallo de La Habana.

Ese es el máximo galardón que otorga la Casa de las Américas a personalidades, grupos e instituciones de la escena latinoamericana y caribeña que hayan realizado significativos aportes a las artes escénicas.

Valdez recordó que en aquella ocasión participó en una reunión con el Comandante Ernesto Guevara.

El destino mío y de mis compañeros es luchar desde dentro de Estados Unidos -me dijo entonces el Che-, misión que tomé como propia al fundar al año siguiente el Teatro Campesino.

Rememoró que en aquella estancia inicial en la Isla se sintió libre por vez primera, dejó de tener pesadillas y decidió luchar por su propia humanidad y por la de todos los latinos en EE.UU.

Subrayó que supo verse en el espejo de Cuba con otros ojos, y se sintió orgulloso de asumirse americano y no integrante de una minoría despreciada en Estados Unidos.

Porque su sueño "es el de una América continental, justa para todos y donde todos puedan vivir dignamente y expresar su identidad y anhelos”.

Manifestó que al fundar el Teatro Campesino junto al activista Cesar Chávez, hoy mantiene las mismas razones de lucha de toda una vida, que se confirman con la actual oposición a la ley xenófoba dictada recientemente en el Estado de Arizona contra los emigrantes.

Señaló que conoció en carne propia la explotación imperialista a los campesinos y hoy vive con su Teatro Campesino en San Juan Bautista, California, un territorio mexicano ocupado por Estados Unidos.

Al referirse a su profesión, comentó que todo arte verdadero reside en los pueblos más pequeños y lugares humildes, y que la búsqueda constante es la de las raíces de su identidad.