El Royal Ballet de Londres, con la anticipada actuación del cubano Carlos Acosta y la española Tamara Rojo, ofreció un espectáculo de gran diversidad coreográfica en su primera presentación ante el público cubano, en la víspera de un homenaje a Alicia Alonso.
"Estamos muy contentos de estar por primera vez en Cuba, creo que es histórico", dijo la bailarina Roberta Márquez. "Para mí como brasileña es una emoción tremenda... rendir homenaje a Alicia Alonso, una gran bailarina y la inspiración para todos nosotros"
Marquez, de 29 años y con cuatro años en el Royal Ballet, interpretó junto a Johan Kobborg el pas de deux "Romeo y Julieta" en esta función inaugural.
En tanto, en el pas de deux "El Corsario" Rojo y Acosta hicieron gala de "virtuosismo, entre fouettes y pirouettes", comentó la agencia estatal cubana Prensa en un reporte titulado: "Memorable debut del Royal Ballet en Cuba".
El cubano Carlos Acosta se formó en el Ballet Nacional de Cuba dirigido por Alonso, en 1993 bailó con el Ballet de Houston en Estados Unidos y desde 1998 es bailarín principal invitado del Royal Ballet de Londres.
La pieza "Chroma" del coreógrafo Wayne McGregor, y "Un mes en el campo" de Frederick Ashton, una adaptación del libro del ruso Iván Turgueniev, abrieron el espectáculo inaugural.
En el pas de deux "Las voces de la primavera", Alina Cojocaru y José Martín mostraron su talento histriónico en una interpretación que el bailarín español calificó como una "grandísima oportunidad para mí por lo que representa el ballet en Cuba y en particular Alicia Alonso".
Con arabescos y saltos en giro, la dupla de Mara Galeazzi y Thiago Soares intepretaron el pas de deux "Farewell".
En fin, Leanne Benjamín y David Mkhateli con el pas de deux "Thais" le dieron un toque de "humor etéreo y romántico" al espectáculo con coreografía de Ashton.
En el homenaje a Alonso, se unirían al Royal Ballet, los primeros bailarines del Ballet Nacional de Cuba, Viengsay Valdés junto a Thiago Soares en el "Cisne Negro"; en tanto Yolanda Correa y Anette Delgado bailarían junto a Federico Bonelli "Tema y Variaciones", y Joel Carreño y Rojo interpretarían el pas deux del acto III de "Don Quijote".
En el debut del Royal Ballet de Londres, el martes en el Gran Teatro de La Habana, hasta las violinistas se levantaron al final de la pieza estelar (El Corsario) para corear bravos, chillar en falsete y aplaudir con los arcos al compatriota Carlos Acosta y a la española Tamara Rojo.
Los dos mil espectadores que llenaban la hermosa y vetusta sala García Lorca disfrutaron de una función inigualable, porque ni la excesiva prolongación de uno de los intermedios por razones técnicas, ni el hecho de que las disculpas fueran pronunciadas sólo en un inglés, enfriaron al público habanero. Tampoco importó que los bailarines del Royal se expresaran al principio con la sobriedad europea que al parecer salta a la vista de cualquier espectador cubano.
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