La Orquesta Sinfónica de Venezuela (OSV) inició su programación de este año, el pasado 17 de febrero, con una gira por nuestra Isla, donde se ha venido presentando en teatros de cuatro ciudades.
Varios solistas la acompañan en la gira: por Venezuela el violinista Alexis Cárdenas, y el oboísta Jorge Alcarrá; por Italia el guitarrista Flavio Sala y el pianista cubano Frank Fernández quien tocó en el concierto ofrecido el domingo 22 en el teatro Auditórium Amadeo Roldán de nuestra capital, donde a la vez recibió un homenaje por los años de entrega a la música.
Aclamado con una enorme ovación y todo el público de pie, muy significativa fue la chispa humorística que se produjo cuando el maestro se sentó al piano, colocó los dedos sobre el teclado y se percató de que las partituras estaban borrosas. Había olvidado sus lentes. De pie pidió disculpas y corrió al camerino a buscar sus espejuelos. Todos en la sala, público y orquesta sonrieron con el incidente.
Concierto No.23 para Piano y Orquesta de W. A. Mozart, La Malagueña, Danza Negra y la Comparsa, de Ernesto Lecuona, en las manos del maestro no se hicieron esperar, acompañado magistralmente con gran calidad expresiva e interpretativa por la OSV, como si toda la vida hubiesen tocado juntos.
Dirigidos por Angelo Pagliuca, interpretaron un repertorio de lujo: Sinfonía Nuevo Mundo, de Dvorak; Sinfonía No. 5 de P. I. Tchaikovsky, Toccata Bachiana y Pajarillo Aldemaroso, de Aldemaro Romero. Fantasía Cubana, con arreglo de Sergio Elguin, Moliendo Café de Hugo Blanco y Joropo, de Moisés Moleiro hicieron las delicias de todos los presentes. El concierto concluyó con el joropo considerado segundo himno nacional venezolano, Alma Llanera de Pedro Elías Gutiérrez y Rafael Bolívar Coronado, coreado a voces por un público que desbordó el Teatro Amadeo Roldán y no resistió escuchar la interpretación en silencio.
La Orquesta Sinfónica de Venezuela, patrimonio artístico de su nación, fue fundada en 1930, y a través de estos 79 años ha estado en función de un proyecto cultural que surgió el 15 de enero de 1930, cuando un grupo de 26 ilustres y visionarios músicos se reunió en la Escuela de Música y Declamación de la Academia de Bellas Artes de Caracas, hoy Escuela Superior de Música José Ángel Lamas, por convocatoria del Maestro Vicente Emilio Sojo, reconocido pedagogo y factor aglutinante de la incipiente agrupación, para establecer los cimientos de la que habría de ser la institución más firme creada en toda la historia musical de Venezuela, hasta nuestros días.
El 24 de junio de ese mismo año la orquesta realizó su primera presentación pública.
Cercana a los 80 años de tesonera labor, la agrupación se ha presentado con notables figuras del mundo de la música, entre ellos: Wilhem Furtwängler, Arturo Rubinstein, Igor Stravinsky, Wilhelm Kemp, Eugene Ormandy, Otto Klemperer, Sergio Celibidache, André Kostelanetz, Héctor Villa-Lobos, Pierre Boulez, Carlos Chávez, Eduardo Mata, Mstislav Rostropovich, Jascha Heifetz, Henryk Szeryng, Pablo Casals, Claudio Arrau, Martha Argerich, Yo-Yo Ma y otros.
Incontables son las obras, nacionales e internacionales, que ha estrenado mundialmente o interpretado por primera vez en su país, donde desde sus inicios esta orquesta decana de Venezuela ha cubierto con creces las expectativas para las cuales fue creada, incursionando en todos los géneros posibles de la manifestación orquestal, además de llevar a cabo una relevante labor didáctica con la formación de sus músicos, y gran parte de los profesionales que integran el movimiento musical venezolano actual.
Ya los teatros Tomás Terry de Cienfuegos y Amadeo Roldán, en la ciudad de La Habana así como posteriormente el Sauto, en la provincia de Matanzas, y el Teatro de la Universidad de Villa Clara guardarán por mucho tiempo el eco de sus interpretaciones.
Esta es la segunda visita a Cuba de la Orquesta Sinfónica de Venezuela, pues la anterior tuvo lugar en el año 1953 con motivo del Centenario del natalito de nuestro Héroe Nacional José Martí Pérez.
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