domingo, julio 31, 2005

Nuestro cubanísimo Daiquiri



Nacido en la región oriental de la Isla, el daiquiri adquirió gran popularidad desde los primeros años del pasado siglo. Seco y a la vez suave es un cóctel difícil de mejorar.
El Daiquirí es una bebida verdaderamente refrescante con bastante historias y mitos en torno a su origen, tal y como lo ratifican la mayoría de los cantineros de esta Isla.

Daiquiri, un nombre, un trago y toda una leyenda, un preparado emblemático del turismo cubano, confeccionado con el ron de esta nación, generalmente con el Havana Club, el más genuino de todos nuestros rones.

Personas de muchas partes del mundo lo primero que piden cuando llegan a Cuba es un Daiquirí, sobre todo para combatir el intenso calor, aunque su hermano el Mojito no goza de menor fama. El éxito de estos dos cócteles es tal que no hay bebida que se les iguale en la Isla.

La Canchánchara, dentro de la coctelería cubana, es el pariente más cercano del Daiquirí, y es un trago que tiene mucho que ver con las luchas libertarias de Cuba. Los combatientes contra el colonialismo español en el siglo XIX, los mambises, conocían muy bien de lo agradable que resultaba beber un preparado a base de dos tercios de ron o aguardiente y un tercio de jugo de limón endulzado con miel.

Aunque esta combinación se parecía mucho a la del Daiquirí, aún distaba de convertirse en ese delicioso y refrescante cóctel que hoy se sirve en toda la Isla, y sobre todo en el bar del restaurante Floridita en La Habana Vieja, patrimonio de la Humanidad.

En cuanto a la aparición del Daiquirí existen varias versiones. Una de ellas, señala que a principios del siglo XX el ingeniero Pagliuchi, quien era capitán del Ejército Libertador cubano, visitó la mina de hierro de Daiquirí, en la región oriental de Cuba, en las afueras de la ciudad de Santiago de Cuba. Allí él tendría una entrevista con su colega norteamericano Jennings S. Cox con la finalidad de rescatar unas minas en la región de El Cobre, donde ahora se encuentra la Basílica de la Patrona de Cuba y los yacimientos de ese metal.

Como no se encontró algo bueno para refrescar, Gin o Vermouth en la despensa, sólo ron, azúcar y limón, pues mezcló esos ingredientes hasta servirse ambos un excelente trago para mitigar la sed y el calor supuestamente.

La otra versión más popular data de 1898, cuando las tropas norteamericanas desembarcaron en la playa de Daiquirí, en las afueras de Santiago de Cuba. El comandante de las tropas interventoras, general Shafter, conoció la Canchánchara y a la unión de ron, limón y azúcar le añadió hielo para otorgarle el toque de distinción del preparado que indudablemente debe su nombre a esa playa de la zona oriental de Cuba.

En muy poco tiempo se hizo tradicional el cóctel Daiquirí en el Hotel Venus de Santiago de Cuba, a cuya barra acudían a degustarlo, haciéndolo popular con el nombre de "Daiquirí Natural". Así le llamaban. Pero el inicio de su fama tiene lugar en La Habana, cuando el cantinero de origen español, Emilio González, conocido como Maragato, lo hizo muy popular en el Hotel Plaza.

Constantino Ribalaigua Veri al que todos llamaban Constante, colega de Emilio, es quien le da la verdadera y definitiva fama internacional al Daiquiri sirviéndolo en el Floridita. Este maestro de los tragos preparó cuatro versiones antes de ofrecer la cuarta y definitiva, el "Daiquirí Floridita". En la actualidad se le llama el templo del Daiquiri, sitio muy concurrido a todas horas en todas las épocas del año.

El novelista norteamericano Ernest Hemingway, quien vivió en Cuba desde 1939, lo descubrió y le hizo su aporte. Al convertirse en cliente asiduo del Floridita, y degustador especial de los Daiquiris, obsesionado por no ingerir azúcar, modificó el Daiquirí frappé, suprimiéndole el azúcar y doblando la cantidad de ron. Nació así el "Daiquirí a lo Salvaje", que luego se llamó "Daiquirí a lo Papa". "El 'Daiquirí a lo Papa' se convirtió en una fuente tal de inspiración para el Premio Nobel de Literatura, que según se cuenta en el libro La leyenda del ron, a veces llevaba un termo para que se lo llenaran religiosamente de su brebaje preferido al que también le llamó "Papa Doble", que con tanto esmero le preparaba Constante, y que hoy todavía aparece en la carta de ese lugar.

El Daiquirí que Hemingway tomaba en El Floridita estaba compuesto por 0. 25 onzas de azúcar blanca, 0.25 onzas de limón, 1.5 onzas de ron blanco (Barcardí carta blanca), 4 onzas de hielo frappé y 5 gotas de Marrasquino, batidos en una coctelera.

Hemingway está aún en el Floridita, mirando la vida pasar, mientras la luz del trópico cruza por su hombro derecho y le da un lustre distinto a la estatua de bronce que lo reproduce en un extremo de la barra.La imagen de bronce, que el escultor cubano José Villa convirtió en una materia moldeable, palpable, parece respirara, mientras contempla con una mezcla de sorna e ironía, tal vez reflexiva, lo que ocurre en el interior del Floridita mismo. En Cuba, se puede brindar con Hemingway.

He aquí las recetas que te ayudaran a degustar el siempre refrescante Daiquiri:

Ingredientes y medidas
azúcar 1/2 cucharadita
jugo de limón 1/4 de onza
gotas de marrasquino
Ron Blanco 1 1/2 onzas
y una buena cantidad de hielo frappé
Batir bien en la batidora y servir en una copa de champán.

Daiquiri Rebelde:
Una cucharadita de azúcar
¼ de onza de jugo de limón
15 ml de crema de menta y 30 ml de ron ligero blanco seco.
Varios trozos de hielo picado
Batir por treinta segundos -en la mezcladora eléctrica- y servir en copa de cóctel baja -copa de campana-.
Decorar con una ramita de hierbabuena (menta).
Como quiera que la crema de menta ya contiene bastante azúcar, usted puede eliminar la cucharadita de azúcar tanto en este cóctel como en el que sigue, que contiene crema de cacao.


Daiquiri Mulata:
Utilizamos 15 ml de crema de cacao y 30 ml de ron dorado o añejo -de 5 o 7 años-. El limón puede utilizarse si se desea un sabor más astringente. Todo lo demás se realiza según se explicó para el daiquiri frappé.

Existen otras recetas en las que a los ingredientes del daiquiri básico se añaden frutas, ej. un cuarto de taza de fresas congeladas, o una banana madura más 15 ml de crema de piña. Puedes experimentar y quizás logres resultados sorprendentes. Prueba utilizando el licor Bailey's y el Frangelico y verás el resultado.