


Uno de los sitios preferidos es el Acuario Nacional de Cuba, bello lugar en el que se entremezclan la diversión, la educación ambiental y la didáctica.
El 23 de enero de 1960 nació, en la barriada de Miramar, al oeste de la capital, el Acuario Nacional de Cuba, con unas sencillas peceras cuyo principal objetivo es elevar la cultura y la educación acerca del cuidado, conservación y uso racional del mar, las costas y sus recursos.
En la actualidad la institución es un centro científico especializado en la investigación, la educación ambiental y la divulgación del medio marino, su flora, fauna y ecología.
En sus inicios contó solamente con 13 peceras de pequeños volúmenes las cuales propiciaban a los visitantes del Acuario Nacional tener la posibilidad de ver e interrelacionarse con peces e invertebrados marinos vivos. A partir de entonces comenzó el incremento paulatino en peceras y estanques para lograr mayores capacidades y con ello una mayor exhibición de la flora y la fauna marina tropical.
El primer mamífero marino, un lobo marino bautizado con el sonoro nombre de "Silvia", llegó en el año 1973 y se convirtió en el animal más popular y atractivo de la institución el que marcó la pauta en el manejo de mamíferos marinos en el Acuario. Los niños adoraban a la foquita Silvia.
Con Diana y Ciclón, dos simpáticos delfines “toninas o nariz de botella” se iniciaron las demostraciones recreativas en el año1985.
Luego el Acuario Nacional continuó creciendo y ya en el año 2000 fueron inauguradas la Plaza de los Delfines y la Isla Tropical. En la actualidad hay delfinario, lobario y otras instalaciones con grandes capacidades para ver los espectáculos de los ocho delfines, lobos marinos, etcétera que indiferentes horarios y días de la semana se ofrecen allí.
El Acuario Nacional de Cuba exhibe peces y corales del Mar Caribe tropical y del Golfo de México. Los delfines y lobos marinos que se exhiben, son muy populares entre el público que habitualmente visita el acuario, muy en especial los niños.