viernes, octubre 16, 2009

El trío Los Astros en la Taberna de la Muralla


Si un día camina por el casco histórico de La Habana y llega a la Plaza Vieja, habrá arribado usted a un lugar especial de la parte más antigua de la ciudad, y más que todo estará cerca del sitio donde se encuentra el trío Los Astros: la Taberna de la Muralla. Es este un trío musical que acumula ya 46 años de experiencia, de vida artística profesional activa en función de hacer pasar ratos agradables a su cambiante pero extenso auditorio.

Es esta la típica y sencilla agrupación, íntima, lírica unas veces y movida otras, donde se emplean tres instrumentos musicales como apoyatura de sus interpretaciones a tres voces bien empastadas, tres músicos que logran un acertado equilibrio musical.

Enel Marcos Álvarez, voz segunda, es su director y ejecutante de la guitarra acompañante, mientras que Oscar Batista Riquenes, a quien llaman el mago del requinto por la limpieza en su ejecución y el exquisito gusto para hacer las introducciones y los solos, realiza la tercera voz; y Armando Suárez Méndez ejecuta la percusión además de ser la voz prima del conjunto.

Estos hombres logran una grata armonía y nos regalan melodías que van desde el bolero hasta la guaracha, pasando por el son, las habaneras, las canciones líricas y de manera general casi todas las manifestaciones de la música tradicional cubana. Su amplio repertorio está compuesto por creaciones de los más importantes compositores cubanos como Osvaldo Farrés, Ñico Saquito, Miguel Matamoros, Carlos Pueblas, Compay Segundo y otros, unidos a creaciones de otras zonas de nuestra América como son México y Chile.

Siguiendo el mágico estilo vocal y la indiscutible legendaria calidad melódica del Trío Matamoros, el más famoso de todos los tiempos, el cubanísimo trío Los Astros, herederos de aquellos, deleitan al más exigente oído musical con canciones como “Son de la Loma”, “Veinte años”, “Quizá, quizás, quizás”, “Lágrimas negras”, “Chan chan” y otras.

Durante el homenaje que les fuera tributado en el pasado año por sus nueve lustros haciendo música para su pueblo, muchos kilómetros recorridos en el exigente oficio del canto profesional, fue reconocida la preocupación por mantener viva la tradición de los tríos en la Isla y sobre todo, su dedicación a la búsqueda y enriquecimiento de un repertorio donde se mantengan vivas las mejores y más populares creaciones musicales cubanas, sin importar su complejidad armónico interpretativa, desde aquellas que escuchaban los abuelos y que no han perdido su vigencia y su frescura en las voces de estos tres juglares.

Los Astros con su talento innato y constante entrenamiento profesional rinden culto a lo genuinamente cubano, ello se aprecia en la tesitura y el timbre de sus acopladas voces, y en el empleo de los instrumentos musicales más auténticos para conseguir el audible efecto musical que tanto gusta a los cubanos, dan fe de sus habilidades musicales y conservan la gracia y el contagioso ritmo que sólo los de nuestra estirpe consiguen sentir y manifestar en cualquier ocasión. Ello hace que lo mismo en una taberna, un restaurante, un escenario de cabaret o en una reunión familiar, Los Astros ganen el merecido aplauso y la aceptación de todos.

El carismático trío escoge cuidadosamente su repertorio y una vez identificadas las piezas musicales, las integran estudiando meticulosamente sus voces y haciendo todos los arreglos más convenientes para lograr la sonoridad deseada, luego todo es constante ensayo con perenne dedicación y diligencia.

Muchos son los reconocimientos recibidos por esta agrupación musical, pero en su propio modo de decir, ellos consideran que no existe ninguno mayor y mejor entre sus reconocimientos que aquel recibido día a de su pueblo con sus aplausos y cuando corean sus canciones.

Los Astros son muestra fehaciente de que los tríos gozan de buena salud en Cuba.

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