jueves, noviembre 22, 2007

XXVIII Festival Internacional de Coros en Santiago de Cuba

De nuevo la más caribeña de las ciudades cubanas, Santiago de Cuba, abrió las puertas de la vistosa Sala de Conciertos Dolores para dejar inaugurado el Festival Internacional de Coros, convirtiendo así a la otrora primera capital de la isla hace más de cuatro siglos, en la capital de la música coral; consagrado esta vez a la memoria de Ernesto Che Guevara, en el año del aniversario 40 de su asesinato en la escuelita de la Higuera, en Bolivia.

La gran familia coral cubana, unida fraternalmente a participantes de otras latitudes celebra la fiesta musical que bianualmente se lleva a cabo en la región bajo la dirección del maestro Electo Silva, decano de los directores corales de Cuba, y fundador del Primer Festival Nacional de Coros en el año 1961.

Hasta el 25 de noviembre el Movimiento Coral Cubano estará celebrando esta edición en la cuna de las más genuinas tradiciones corales. El Coro Nacional, Exaudi, Polifónico de La Habana, de Matanzas, Villa Clara, Corávila de Ciego de Ávila y Euterpe, de Las Tunas están entre los representantes del patio.

La representación de Santiago de Cuba está compuesta por el Orfeón Santiago, que cumplió 47 años de fundado el pasado 15 de noviembre, siempre bajo la dirección del maestro Electo Silva, Premio Nacional de Música; el Coro Madrigalista, dirigido por Magalys Sánchez; Música Áurea, bajo la batuta de Delvis Sánchez, y el Coro del Conservatorio Esteban Salas, conducido por Daria Abreu.

Conocido es, por los seguidores de este tipo de expresión musical, el alto nivel artístico y la técnica depurada mostrada por todos los coros participantes en cada una de las ediciones de este festival, dedicado igualmente a la creación coral cubana, y al que están invitados directores de numerosas agrupaciones de ese formato en Cuba.

Grupos corales de otros países como son el Coro del Centro Universitario Regional de Nagua (CURNA), de la Universidad Autónoma de Santo Domingo; el Coro Kotton Laulo, de Finlandia, y el Aurora Chorialls, de Canadá, el coro Atrás da nota, de Brasil; Coral Amacuro y Entrecanto, ambos de Venezuela, se suman a una semana de alegría, hermandad y excelente música coral.

Larga es la trayectoria del canto coral en nuestra isla, iniciada en el siglo XVIII por el compositor cubano Esteban Salas y con la presencia de los orfeones creados por los primeros inmigrantes españoles y sus descendientes cautivados por esta manifestación.

Por ello en la actualidad, con toda la experiencia académica y profesional adquirida, esa ciudad de mar y montañas se viste de gala durante esas jornadas con la música coral en los escenarios de importantes salas, rondas por las calles, encuentros entre los coros participantes en instituciones sociales y el Gran Concierto de despedida, también en la Sala de Conciertos Dolores, en el centro histórico de la ciudad.

Homenajes a Violeta Parra, Alejandro García Caturla y Nicolás Guillén; a Leo Brower, Carlos Fariñas, Electo Silva y Héctor Ángulo, figuras vinculadas a la música, de prestigio nacional e internacionalmente tienen lugar durante la gran fiesta.

Como es tradición las Rondas Corales se desarrollan con los coros actuantes en el evento, los cuales se unen a las comunidades y barrios para desde estos salir cantando hacia el Parque Céspedes, corazón urbano de la heroica Santiago de Cuba. Pero en esta ocasión, las Rondas saldrán desde el Museo de la Lucha Clandestina, en el tradicional barrio de El Tivolí; también, desde el Parque de Trinidad y Moncada, en el conocido barrio de Los Hoyos, y desde la propia Sala Dolores.

Ya allí en el Parque Céspedes, los coros cubanos y visitantes cantarán junto al pueblo, convertidos en un coro gigante, bajo el lema La vida es cantar, que llevará implícito un mensaje de paz y hermandad mundial junto a la despedida hasta la próxima edición.

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