Habana Blues

Habana Blue se está robando el show entre los cinéfilos. Y la verdad, amigos míos, es un buen film y vale la pena.
Ruy y Tito llevan años orquestando en común la melodía de su sueño: convertirse en estrellas de la música. Sus partituras se han convertido en la banda sonora que alumbra las estrechas y apasionadas relaciones del maravilloso grupo de colegas que ambos comparten. Tito vive con su abuela, una gran dama de la música, tan elegante como única. Ruy, en cambio, vive con la madre de sus dos hijos, Caridad, una joven luchadora que sostiene a la familia gracias a la elaboración de artesanías. La pareja combate el crepúsculo de su relación con el luminoso apoyo del mismo grupo de amigos. Pero un buen día, una pareja de productores españoles que ha descubierto hace semanas el extraordinario talento de Ruy y Tito les propone una oferta internacional. De pronto, los dos músicos se verán inmersos en un serio dilema. ¿Estarán dispuestos a dejar sus profundas relaciones atrás para abrazar su sueño?
Es esa la trama de la película que tanto está gustando.
Habana Blue es música pero, sobre todo, muchos sentimientos. Las relaciones humanas son lo fundamental en esta película. Cuba es el escenario, el pretexto para hablar de experiencias universales como la amistad, el amor, la familia, los miedos, el deseo de triunfar, sentimientos que son iguales en todas partes. Esta es una película muy vital, llena de energía, de sentimientos y de emociones: una moderna historia de amor, música y amistad.
Es una película muy humana, de personas, no de personajes. Véanla y me darán la razón.
Me parece un gran drama con algo de comedia. No creo que sea la tal comedia que muchos dicen.
Satisfecho es la palabra que me viene a la mente para definir cómo me sentí cuando finalizó la proyección. Ya me dirás si coincides conmigo.