domingo, junio 19, 2005

Las salsas, hummm… ¡que rico!

¿No ha escuchado decir a algunos que les gusta más la salsa que el pescado?Ciertamente, muchas personas tienen marcada preferencia por agregar salsas a sus comidas, y ponen estas también sobre el pan en el desayuno, a croquetas y frituras, en los huevos y tortillas, y hasta en los arroces compuestos con vegetales, mariscos, carnes, maíz.Para estos fieles aficionados de "las salsitas", a continuación ofrecemos la manera de cómo confeccionar algunas.Salsa agridulce simple:Sus ingredientes son: ½ taza de vinagre, ½ taza de algún jugo de frutas (piña, naranja, mandarina), 2 cucharadas de maicena y una cucharada de salsa china. Mezcle todos los componentes y revuélvalos. Póngalos a cocinar a fuego mediano y mueva suavemente la mezcla durante la cocción hasta que cuaje. Es muy agradable con pescado, croquetas, arroces fritos y frituras.Salsa agridulce compuesta:Son necesarios ½ cebolla o pimiento, 1 cucharada de aceite, ½ taza de azúcar prieta, ½ taza de vinagre, ½ taza de jugo de frutas o caldo, 2 cucharadas de maicena, 1 cucharada de pasta de tomate, catsup o salsa de tomate, y 1 cucharadita de salsa china. Corte la cebolla o el pimiento en tiritas muy finas y sofríalas ligeramente en la grasa caliente sin dejar que se doren. Añada todos los demás componentes bien mezclados, y cocine la salsa revolviendo constantemente hasta que cuaje.Salsa verde:Disponga de 3 dientes de ajo, 1 cucharadita de perejil picadito, ½ taza de aceite, sal y pimienta a gusto. Machaque bien los dientecillos de ajo y mézclelos con el perejil. A continuación agregue poco a poco el aceite, revolviendo, hasta que se forme una mezcla espesa. Sazone con la pimienta y la sal según su gusto. Ponga la salsa en pastas, viandas, pescados y empanizados.Salsa blanca:Se requieren 2 tazas de caldo o leche, 4 cucharadas de harina de trigo, 4 cucharadas de mantequilla y una cucharadita de sal. Derrita la mantequilla a fuego lento, y vaya agregándole la harina paulatinamente, para formar una pasta. Añada la leche o el caldo poco a poco, revolviendo constantemente hasta que espese. Sazónela con sal, y ¡buen apetito!