domingo, junio 19, 2005

El Generalísimo de todos los cubanos

Aunque nuestra isla de Cuba es la tierra que más amó y defendió como a su propia patria, contra la metrópoli española, Máximo Gómez y Báez vio la luz por vez primera en el caserío de Beni, un pueblecito de ganaderos en la hermana isla antillana de Santo Domingo, el día 18 de noviembre de 1836 en el seno de una familia humilde, la del matrimonio de Andrés Gómez y Guerrero con Clemencia Báez y Pérez.En 1855, cuando aún era casi un adolescente, respondió al llamado de su patria, que era invadida por los ejércitos haitianos, y participó bravíamente en los combates hasta lograr la victoria. En junio de 1865 se trasladó a Cuba con su familia, donde se estableció para siempre.El 16 de octubre de 1868 se incorporó a las huestes mambisas, llegó a dirigir la acción liberadora y dio a los cubanos la primera lección práctica del uso del machete como arma de combate al encabezar la primera carga al machete. Desde entonces fue nombrado Generalísimo del ejército independentista y en 1895 recibió del apóstol de la independencia cubana, José Martí Pérez, el mando militar para reiniciar la nueva sublevación que daría continuidad a la lucha comenzada en 1868.En 1899, después de una campaña heroica y victoriosa que se extendió por todo el territorio de la isla, entró triunfante en la ciudad de La Habana este mambí, sin el cual no se podría jamás escribir la historia de nuestra patria.Tras la fatídica muerte de José Martí y del Titán de Bronce, Antonio Maceo, quienes cayeron en el fragor de las batallas; bien poco le hubiera costado al vencedor de Camagüey y Las Villas alzarse con el poder, aprovechando la desorientación que provoca la desaparición de un inspirador de guerra por los ideales. Sin embargo, el viejo y disciplinado combatiente, lograda la independencia de su patria adoptiva, prefirió dejar libre el camino para que otros cubanos dignos continuaran la labor que él había puesto desde ya en sus manos.Aunque vale destacar su activa colaboración en la Convención Constituyente y en la redacción de la Constitución de Cuba. Refiriéndose a sus experiencias como hombre de batallas independentistas, escribió el libro "Revoluciones, Cuba y Hogar", el cual fue publicado en 1927, varios años después de su muerte.Admirado y querido por todo el pueblo de Cuba, el 17 de junio de 1905 murió en La Habana el Generalísimo, a quien la Historia ha consagrado como genio organizador y estratega militar, el dominicano que más se

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