"Miles de personas corearon las canciones de Olga Tañón, la primera en salir al escenario y abrir el espectáculo. Es sin lugar a dudas una de las artistas más populares entre los cubanos que le pidieron insistentemente que siguiera cantando"
"Juntos estamos haciendo historia aquí en la Plaza de la Revolución de La Habana, en el mismo lugar donde el papa Juan Pablo II hizo su misa. Hoy en esta misma plaza celebramos el día de la paz", gritó la cantante puertorriqueña Olga Tañón, ante una multitud eufórica. "Vamos a darle un aplauso al mundo entero de parte de Cuba", dijo Tañón.
El concierto “Paz sin Fronteras” que Juanes y otros catorce artistas dieron en La Habana superó todas las expectativas y atrajo, según los organizadores, a más de un millón de personas que vivieron una tarde de música inaudita en esta capital.
Los artistas que pasaron por el escenario centraron sus mensajes en promover una cultura de paz.
“No puedo creer lo que mis ojos están viendo, es el sueño más hermoso de paz y amor que he podido experimentar después de mis hijos”, dijo Juanes al salir al escenario y entonar su archiconocido “A Dios le pido”.
El colombiano repitió hasta la saciedad la palabra “paz”, y al final del espectáculo quiso dejar claro que traía también un mensaje de reconciliación entre cubanos de dentro y fuera de la isla
El público habanero sencillamente disfrutamos de una tarde inolvidable en un país que queda sistemáticamente fuera de las agendas de las grandes estrellas internacionales.
El concierto empezó puntualmente a las dos de la tarde (18.00 GMT) y duró más de cinco horas, para terminar al filo del crepúsculo, y la mayoría de asistentes, muchos llegados desde el mediodía, soportaron estoicos el inclemente sol habanero que dio un respiro para esconderse entre las nubes en el final del recital.
Los asistentes habaneros y los miles de cubanos llegados de otras partes de la isla, en su mayoría adolescentes y jóvenes, olvidaron el sofoco con la aparición de Olga Tañón, que “metió candela” al respetable.
El concierto había despertado una expectación inusitada entre los periodistas, por lo que muchos medios, especialmente latinos, enviaron sus reporteros a La Habana solo para cubrir el concierto y sus preparativos.
En La Habana, y tras un mes de una tremenda presión mediática, Juanes, al ver el cariño del público que coreaba su nombre y las alabanzas de todos los que con él compartieron escenario, se despidió visiblemente emocionado. Otros, como Olga Tañón y Miguel Bosé, sí rompieron a llorar.
Un mar de manos se mantuvo alzadas al son de la música durante cinco horas de calor y canciones. El Concierto Paz sin Fronteras superó ampliamente la cifra prevista de medio millón de asistentes.
Unos 15 conjuntos musicales cubanos, y artistas de América Latina y España compartieron el enorme escenario.
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