Me llevo muchas cosas conmigo, amigos, cariño y el deseo de que muchas cosas maravillosas sucedan a esta isla bendecida, dijo la puertorriqueña pocos minutos antes de su partida.
Conmovida por la experiencia única vivida durante el concierto paz sin Fronteras de la Plaza de la Revolución, la Tañón declaró en el aeropuerto que apreciaba altamente esta posibilidad de ver que Cuba está lista para el mundo y el mundo lo está para Cuba.
Señaló que un fraile franciscano, el Padre Darío, una vez le dijo que la música entrelaza y une las almas de la gente, y es precisamente lo que sucedió en este mega concierto de La Habana, considerado ya como un suceso histórico.
Contó la cantante que habló con su familia por teléfono después del concierto y que su padre le dijo sentirse orgulloso porque su hija había experimentado el momento más importante de su vida.
Destacó que su padre, un hombre con más de 90 años ha tendido una vida muy dinámica, que participó en eventos trascendentales de la historia de la humanidad, tales como la Segunda Guerra Mundial.
Olga dijo ue igualmente había hablado con sus hijos y otros familiares quienes le contaron que se habían vestido de blanco para mirar el concierto en la TV, como manera de sentirse como si estuvieran también en La Habana.
Finalmente reiteró que el megaconcierto del pasado domingo 20 de septiembre había sido el acontecimiento más grande de su vida.
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