martes, febrero 27, 2007

El amor se acaba, con Anaís Abreu en el Teatro Nacional




Regresó de nuevo Anaís Abreu al escenario de la sala Covarrubias de nuestro Teatro Nacional. Esta vez para presentarnos su último CD titulado El amor se acaba de la firma discográfica Colibrí, novísima producción que concursa este año en la edición del Cubadisco, evento en que Anaís Abreu ganó el premio en la categoría de mejor canción en su edición del año 2004 con Alma.

La Abreu sigue demostrándonos que ella es una gran cantante, una mujer que nos interpreta maravillosos boleros y baladas sin llevarnos por caminos rutinarios, de una manera única con un cálido estilo, con una digna voz la cual no cesa de cosechar aplausos y reconocimiento de su público que fielmente acudió a su concierto.

Estamos acostumbrados a que esta mujer nos dé la impresión, a quienes la escuchamos, de que ella canta solamente para cada uno de nosotros y como resulta casi habitual, en esta ocasión cautivó y conquistó a todos los presentes.

En el nuevo CD, que fue puesto en venta en el mismo teatro, su estilo íntimo, junto a su carisma y su cálida voz de variados matices y enorme alcance, la hacen sin lugar a dudas, una diva auténtica, porque Anaís es una cantante de gran tenacidad e intuición. Con sus invitados fue toda una soberana de la escena.

Este, su cuarto CD es una fabulosa colección de lujo en su sensual y versátil voz porque Anaís da nueva vida a cautivadoras melodías de populares boleros y el filin cubanos, interpreta temas de la autoría de José Valladares, Amaury Pérez, Gerardo Alfonso y otros. Aunque su estilo a veces recuerda a Elena Burque y Moraima Secada, su entrega es incomparable. Uno de sus críticos dijo: "Anaís Abreu es el matrimonio perfecto entre la música tradicional cubana y la canción moderna... Siempre nos regala una actuación extraordinaria lo mismo cantando jazz, boleros, o canciones populares..."

Camagueyana de nacimiento, Anaís comenzó su formación musical desde muy joven. Estudió en la Escuela Provincial de Arte Joaquín Varona, y en la Escuela Nacional de Arte Luis Casa Romero, donde fue profesora de piano después de graduada. Estudió también en el Centro Nacional de Superación de la Enseñanza Artística, institución en la que continuó como profesora y directora coral.

Aunque su labor como profesora y directora fue exitosa, tras ganar el primer premio en el concurso televisivo Todo el mundo canta, su amor por la interpretación nos la trajo a La Habana, para deleite de un exigente público nacional e internacional. Su lista de triunfos y galardones es extensa. En su voz se realizan las mejores canciones cubanas tradicionales con los más inventivos arreglos.

Anais Abreu ha llevado su arte a Centro y Suramérica, el Caribe, y Europa y ha participado en una impresionante lista de antologías musicales en compañía de orquestas e intérpretes tanto cubanos como internacionales.

Quienes llevaron el disco a casa saben que adquirieron una joya de la discografía cubana de nuestro tiempo.

domingo, febrero 25, 2007

Diáspora de la danza, alto nivel artístico

Noche de sensaciones, música y ritmos inigualables, con la novedad de incursionar en la danza de otros pueblos pero con un especialísimo matiz cubano ha sido la presentación de la compañía del prestigioso coreógrafo cubano Santiago la cual inició, por primera vez en Cuba, su actuación en el teatro Mella de la capital con un espectáculo titulado Diáspora de la danza, una obra de alto nivel artístico.

Piezas aclamadas en el ámbito internacional forman parte de esta premier que fue concebida para dar a conocer e incursionar en géneros tan variados como la danza contemporánea y primitiva, bailes étnicos hindú, jazz, blues y el folklore afrocubano.

Desde que se abrió el telón se pudo apreciar la calidad danzaria de esta agrupación integrada por talentosos jóvenes graduados de la Escuela Nacional de Arte y algunos bailarines veteranos, quienes trabajan habitualmente con Santiago Alfonso, quien ha sido durante muchos años el coreógrafo de los tan afamados espectáculos del cabaret Tropicana tanto en Cuba como en importantes plazas artísticas de otros países y quien ostenta el Premio Nacional de la Danza 2006 en Cuba.

Diáspora de la danza nos permite apreciar cómo Santiago ha logrado en su trabajo autenticidad en la danza con la sabiduría y el talento. Todo un verdadero fruto de su amplia experiencia, versatilidad y profesionalidad.

lunes, febrero 19, 2007

Nieves Leonard con Thelvia Marín: las claves de su escultura


Otro momento especial dentro de la Feria Internacional del Libro fue la presentación de una obra, especie de homenaje y reconocimiento a una de las relevantes mujeres de las artes cubanas contemporáneas: Thelvia Marín: las claves de su escultura.

Realizado por la acuciosa investigadora, la Master Nieves Leonard Pier, es esta una oportunidad que tienen los amantes de las artes plásticas para profundizar y acercarse más a la creación de Thelvia Marín, uno de esos seres que preconizan un sentimiento de reafirmación ante el trabajo creador para sentirse útil, mediante una obra investigativa, y divulgativa, de notable valor.

Al decir del presentador, el libro muestra sintéticamente la obra investigativa de la Master Nieves Leonard Pier quien “ha trabajado como una laboriosa hormiguita” hasta lograr compilar, estudiar, analizar y exponer sus ideas sobra la obra artística de Thelvia Marín, cuyas obras escultóricas han sido creadas para los cinco continentes y casi siempre marcada por la huella de lo excepcional.

Nieves nos da constancia vívida de su obra, de sus influencias, de su cubanía y hasta de su descendencia y formación artística multiforme.

Se dice que el arte escultórico de Thelvia es realmente indescriptible, y más cuando con el triunfo revolucionario inició la escultura monumentaria y ambiental, siendo la más significativa de su trayectoria, en Costa Rica, el Monumento al trabajo, el desarme y la paz, el mayor de Centroamérica.

El primer conjunto escultórico fuera de Japón en tributo a las víctimas de los ataques atómicos realizado por Estados Unidos a las ciudades de Hiroshima y Nagasaki es también creación de Thelvia Marín, así como muchos otros ejemplos, entre ellos el monumento a Serafín Sánchez la escultura del indio Hatuey en la plaza indoamericana de Quito, Ecuador; el monumento a Martí en la Universidad de la Paz, en Costa Rica.

El libro es el resultado de poco más de seis años de trabajo por parte de la autora, siempre muy cerca de Thelvia a quien considera una mujer muy singular y una gran amiga.

Cuando se lee Thelvia Marín: las claves de su escultura se aprecia cómo la artista pone vida en el corazón del lector a partir de su labor encomiable.

Leonard aborda y asume el compromiso de entregarnos al afán de Thelvia por crear un mundo lleno de colorido y extraordinarias formas, todo mezclado con las sensaciones que provoca la dulzura de la música y la poesía, sólo que más materializadas.

Nieves Leonard, cuya labor con el Patrimonio Cultural cubano es relevante, así como en el campo de la museología, elemento reconocido y colmado de elogios, más allá de nuestras fronteras, esta vez nos entrega una obra educativa, didáctica y refrescante donde nos llega una especie de retrospectiva de la obra escultórica de Thelvia Marín.

La Feria se vistió de lujo con Thelvia Marín: las claves de su escultura y nos dejó la labor de reseñar una obra en la que aunque aportamos siempre una mirada particular, bien vale reconocer su calidad y nobles objetivos.

Viaje al sexto sol con Thelvia Marín




La poetisa, narradora pintora y escultora Thelvia Marín ha sido gran noticia en la Feria del Libro de La Habana al tener lugar la presentación de su último libro titulado Viaje al sexto sol.

Este es un libro que busca integrar conocimientos vinculando algo de lo que conocemos con lo desconocido, mediante una narración que no por didáctica deja de ser muy amena, caracterizada por su unicidad.

En su prólogo se hace referencia al drama de América; pero en su libro no sólo se trata de eso sino que también significa toda una celebración de la vida y la cultura americana, de la naturaleza americana en el sentido que nuestro José Martí la entendía.

Viaje al sexto sol es una excelente novela de aprendizaje con una novedosa estructura narrativa dialogada en la que un contrapunteo es el medio y motivo para ir introduciendo las ideas del conocimiento.

Precisamente por esta estructura es que podemos decir que Viaje al sexto sol no es un mero ensayo de antropología.

Este texto tiene mucho que ver con la personalidad y la sabiduría de Thelvia Marín cuando nos ayuda a entender esas culturas, nada estáticas, sino en plena evolución conservando su autenticidad; cuando nos hace excelentes reflexiones filosóficas, dando luz a nuestra ignorancia sobre estas culturas precolombinas, fundamentalmente para nosotros los cubanos, pues nos atrevemos a decir que somos los más occidentalizados dentro del crisol de pueblos americanos, porque la cultura de nuestros aborígenes fue exterminada y no contamos con esa fuerza que sí tiene el resto de los países hermanos continentales.

Viaje al sexto sol es un libro trasgresor, iconoclástico, metodológicamente opuesto a lo que se emplea en un lenguaje ortodoxo, pues su autora utiliza el método deductivo y no el inductivo, como viajando al revés, para darnos el mensaje.

Nos dijo su autora que el libro era un compromiso que ella tenía con estas civilizaciones desde niña, cuando comenzó su actividad literaria en su Sancti Spíritus natal, donde se dieron a conocer sus versos en el periódico El Fénix y en la revista Horizontes.

Sabemos que gran parte de su obra escrita está dedicada a las comunidades indoamericanas, a su lucha por ocupar el lugar que les corresponde en nuestro Continente, pues como dijo Martí “Hasta que no se eche a andar al indio, América no andará”.

Thelvia agradeció los juicios profundos y serios que sobre su libro fueron expuestos al ser presentado. Y nada mejor para valorar su personalidad que estas sus propias palabras: “Los que nacimos en esta América nuestra poseemos un ineludible patrimonio histórico que nos sitúa en una posición de privilegio en el siglo XX y lo que va del XXI. No creo contribuir más que cualquier otro creador a la historia de mi pueblo, cultura o nación. José Martí afirmaba que se sentiría realizado quien hubiera escrito un libro, sembrado un árbol y tenido un hijo, yo solamente tengo el mérito de haber sobrecumplido esta cuota ¿no es verdad?”




martes, febrero 13, 2007

Wole Soyinka de nuevo en Cuba

El escritor yoruba nigeriano Wole Soyinka, Premio Nobel de Literatura 1986, recorrió hoy los pabellones de la XVI Feria Internacional del Libro de Cuba, de la cual es invitado especial.

Sabemos que Soyinka es una de las personalidades que añade lustre a esta fiesta del intelecto y las artes, de convocatoria masiva, inaugurada el pasado 8 de febrero y que se extenderá a otras 39 ciudades del país.

Mañana, en la sala Nicolás Guillén, la de mayores proporciones de la feria, el laureado escritor dialogará con el público en una de las jornadas tituladas Encuentro con...

Me siento como en casa, afirmó el poeta, novelista y dramaturgo, cuya obra se inspira en las tradiciones yorubas y combina, en la escena, la danza, música y diálogos típicos del teatro africano, sin desechar las formas occidentales.

De igual modo se vale del flashback el simbolismo y una trama de compleja estructura para enriquecer su lenguaje dramático.

Fundador del grupo Maks, en Nigeria, en los años 90 -que luego daría lugar a la compañía Orisun-, montó sus propias obras y las de otros autores africanos.

En su producción literaria se destacan A dance of the forest (La danza del bosque, 1960), The man died (El hombre ha muerto, 1972), escrita a partir de los años que pasó en prisión, y Requiem for a futurologist (Réquiem por un futurólogo, 1985).

También las novelas Los intérpretes (1965) y Ogun Abibiman (1976); Ake (1981), un texto alimentado por elementos autobiográficos de su infancia, y los poemarios Idanre (1967) y Samarjand an other markets I have known (Samarcanda y otros mercados que he conocido, 2003).

Rockeros argentinos en La Habana









La XVI Feria Internacional del Libro 2007 en Cuba fue inundada por una amplia delegación musical de música de Argentina, entre ellos los vanguardistas del rock que celebraron en La Habana sus 40 años de vida.

Los músicos inundaron toda la ciudad, entraron en los estudios de televisión, cruzaron la bahía por debajo del túnel, caminaron por las calles empedradas del complejo Morro-Cabaña. Subieron los escalones del Faro, entraron a los pabellones de libros, cantaron al aire, en los escenarios de la Cabaña y en la Tribuna Antimperialista.

El sábado 10 entrada la noche, una decena de cantantes y músicos bastaron para llenar de sonidos la ciudad que los esperaba hace tiempo. Juan Carlos Baglietto, Pedro Aznar, David Lebón, Claudia Puyó, Roberto "Palo" Pandolfo, Hilda Lizarazu, Liliana Vitale, Horacio Fontova, Héctor Stara y la dirección de Lito Vitale.

Los rockeros llegaron con una onda distinta, con Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale nos llevaron por el camino de muchos años de rock (La vida es una moneda, El diario no hablaba de ti).

"Palo" Pandolfo nos recordó los buenos tiempos de aquellas agrupaciones underground: Los Visitantes, la Zona, Don Cornelio; mezcla de tangos con el punk. "Palo" con su voz de mucho impacto estaba muy enervado y emocionado al sentirse frente a una juventud muy prometedora de Cuba y de algunos países latinos (Cuba es muy internacional).

Claudia Puyó cantó esa antológica canción, Noche de perros, obra contestataria que conocíamos en la voz de Charly García. Hilda Lizarazu y Liliana Vitale sorprendieron por la interpretación de Tres agujas y Los libros de la buena memoria.

Horacio Fontova fue directo contra el presidente estadounidense. El guitarrista David Lebón puso una nota concertante con las obras El Viejo y Avellaneda Blues. Pedro Aznar recordó a León Gieco con su pieza tan gustada Catalina Bahía. Aznar hizo época en la banda de Serú Girán.

La obra de Luis Alberto Spinetta se hizo sentir en la noche del concierto, frente al mar embravecido: Despiértate nena fue la canción elegida por Federico Bonasso -el hijo de Miguel- con la banda Juguete Rabioso en el Monte de las Banderas.

Los miles de jóvenes que vencieron el mal tiempo se sintieron a gusto en este concierto homenajeando los 40 años del rock argentino. Una vía para conocernos mejor los latinoamericanos y para ver lo que tenemos en común. Los visitantes se emocionaron al ver un público tan lejano, con un interés y un conocimiento de su obra.

Todos coincidieron en que la música es como vasos comunicantes entre los dos países amigos de siempre y por siempre, entre tangos, habaneras y rock latino. Quieren volver sin tanta prisa para intercambiar experiencias y amistad. "Yo quiero volver cuando me inviten, este es un país lleno de magia y leyenda, como dice Fito Páez", terminó diciéndome Carlos Baglietto. (agradecimientos a Renecito por sus fotos)

Charles Aznavour terminó de grabar su último disco en Cuba

Charles Aznavour partió este martes de Cuba luego de diez días de intenso trabajo en la grabación de un disco con el afamado pianista y compositor cubano Jesús “Chucho” Valdés, ganador de cinco premios Grammy.

"Entre Chucho y yo la relación fue perfecta desde el mismo momento en que nos reunimos en Francia", señaló Aznavour, quien a sus 82 años se mostró accesible y jovial en la conferencia de prensa ofrecida en el Hotel Nacional, institución insignia del turismo cubano y que lo declaró "Huésped Ilustre", además de otorgarle el "Bastón de la Fidelidad", reservado para sus más distinguidos huéspedes.

Según las declaraciones del afamado cantante de origen armenio, la idea de grabar un disco con Chucho Valdés surgió de su interés por que la gente se acerque a temas como la vida, la muerte, los sentimientos, el amor entre las apersonas y el futuro ecológico del mundo. En su opinión se trata de “pegar fuerte primero” para que la gente se detenga y escuche, ese es el propósito al emplear ritmos cubanos, que la música dé el golpe y los textos compuestos hagan el resto.

El disco, aún sin nombre por la variedad temática de las canciones, "se terminará rápidamente", manifestó Aznavour, y deberá salir al mercado en el primer trimestre del 2007. Incluye canciones de Juan Manuel Serrat, Mercedes Sosa, Pablo Milanés y otras de su autoría a las que calificó de "duras" por la manera que aborda algunos temas, entre ellos el de las promesas incumplidas por políticos de izquierda y de derecha o el de los inmigrantes de los barrios parisinos que fueron escenario de acciones violentas el pasado año.

Aznavour dijo comprender a esos jóvenes “sin patria”, “yo me sentí así en mis tiempos de juventud”, aseguró, por eso mantiene estrechos vínculos con la gente: “Yo camino mucho y converso con personas comunes, y tengo el privilegio de que muchos se me acerquen a discutir conmigo asuntos diversos” afirmó.

El afamado compositor afirmó que a través de las canciones se pueden decir cosas importantes que desaparecen de los periódicos o la televisión al día siguiente. “La canción queda, atraviesa muros, y así ideas importantes permanecen en el espíritu”.

“Cuando uno llega a cierta edad sólo hace programas inmediatos; yo pienso seguir haciendo este trabajo que tanto amo y cuando ya no pueda cantar me sentiré como un amante abandonado”, confesó.

Aznavour grabó en 1999 una versión del tema "Morir de amor" junto al legendario músico cubano Compay Segundo, destacada figura de Buena Vista Social Club que falleció en el 2003.

sábado, febrero 03, 2007

Yolanda Hernández cautivadora Diva cubana

“Maravilloso” resulta insuficiente. Hay que inventar el adjetivo en nuestra lengua capaz de calificar a un concierto como el ofrecido por la experimentada y consagrada soprano cubana Yolanda Hernández en nuestra Habana Vieja.

El V Festival de música Antigua Esteban Salas, una vez más se vistió de lujo con las grandes arias barrocas interpretadas por Yolanda Hernández acompañada al piano por Marita Rodríguez y otros músicos invitados, en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, en la noche del viernes.

Toda música del Siglo XVII: Vivaldi, Bach, Haendel, Caldara, Stradella y Purcel; llenaron el espacio sonoro de la magnífica sala de conciertos, en la potente voz de la Diva de Ébano, dueña de un bello y amplio registro vocal, un timbre claro y brillante, en un abarcador programa digno de complacer plenamente a los melómanos más exigentes.

Con When I am laid in Earth se inició el jubileo seguido de Music for a While ambas composiciones de Henry Purcell. Ya estaba echada la suerte, el éxtasis se iría apoderando de todos los presentes con cada una de las interpretaciones de esta “soberana”, cuya entrega interpretativa, apoyada en una imagen apasionada, hermosa y segura sobre la escena, permitió que su excepcional voz nos cautivara sin alardes y que se estableciera una sincronía sentimental, anclada en los sentidos, que sólo auspician la música elevada y el intérprete virtuoso, al decir de una colega.

Y para demostrarlo ahí está su interpretación, con esa voz de gran expresividad y volumen, en Cosi, amor, mi fai languir de Alessandro Stradella; Selva amichi de Antonio Caldara o Lascia ch’io pianga, Ombra mai fu, Dank sei Dir, Herr y Pinageró de sorte mia, todas de Georg Fiedrich Haendel.

Jóvenes músicos invitados acompañaron a la Diva en algunas de sus interpretaciones: Zorimé Vega en la flauta, quien se desempeñó con gran profesionalidad acompañándole en Aus Liebe will mein Heiland sterben de Johann Sebastian Bach. Igualmente le acompañaron en Erbarme Dich, mein Gott, um meiner Zäbren willem, también de Bach, Beatriz Vera como primer violín, Silvia Suárez, segundo violín; Yuliena Fernández, viola y Maylín Sevila en el violoncello.

Momento sublime lo constituyó la presencia de la música de Antonio Vivaldi de quien le escuchamos Sposa son dispenzzata y Un certo non so che.

En ocasiones nos sentimos transportados a las salas cortesanas medievales de Florencia, a los sobrios castillos austriacos o a la Suiza besada por los Alpes.

Finalizado el concierto, el público presente, funcionarios de la cultura, cuerpo diplomático, artistas, amigos y familiares de la Diva le prodigaron un prolongado “encore” por lo que Marita y Yolanda decidieron regalarnos una obra que siempre queremos escuchar en su voz poderosa y expresiva Tu Lo Sai de Giuseppe Torreli.

Yolanda Hernández estudió canto, piano y percusión en La Habana, se perfeccionó en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú y en Polonia. Fue acreedora del Gran Premio con Mención Especial por la calidad interpretativa del Concurso Tchaikovsky en el año1974.Yolanda es fundadora del Teatro Lírico Nacional de Cuba donde tuvo a su cargo el papel protagónico en la presentación de la opera Halka. Ha tenido muchos otros protagónicos en diversas óperas en el Teatro Bolshoi, la Ópera e Varsovia, la Ópera de Lyon, la Ópera de Nantes y la Ópera de Tokio; además ha ofrecido recitales en numerosos países, cosechando lauros en los escenarios más exigentes del arte lírico mundial como son la Gran Sala Tchaikovsky de Moscú, la sede de la UNESCO, la Casa de las Américas en España, la Embajada de Brasil en Paris, el Gran Teatro de Gijón, el Museo de los Instrumentos de Munich, el Museo de Arte Moderno de Paris, la Iglesia de Nuestra señora de la Paz en Macon, las iglesias de la Santa Trinidad y San Vicente de Paul en Paris y otras.

Dicen que Yolanda canta como los ángeles, yo nunca he escuchado cantar a ninguno; mas me atrevería a decir que los ángeles cantan como Yolanda.