La XVI Feria Internacional del Libro 2007 en Cuba fue inundada por una amplia delegación musical de música de Argentina, entre ellos los vanguardistas del rock que celebraron en La Habana sus 40 años de vida.
Los músicos inundaron toda la ciudad, entraron en los estudios de televisión, cruzaron la bahía por debajo del túnel, caminaron por las calles empedradas del complejo Morro-Cabaña. Subieron los escalones del Faro, entraron a los pabellones de libros, cantaron al aire, en los escenarios de la Cabaña y en la Tribuna Antimperialista.
El sábado 10 entrada la noche, una decena de cantantes y músicos bastaron para llenar de sonidos la ciudad que los esperaba hace tiempo. Juan Carlos Baglietto, Pedro Aznar, David Lebón, Claudia Puyó, Roberto "Palo" Pandolfo, Hilda Lizarazu, Liliana Vitale, Horacio Fontova, Héctor Stara y la dirección de Lito Vitale.
Los rockeros llegaron con una onda distinta, con Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale nos llevaron por el camino de muchos años de rock (La vida es una moneda, El diario no hablaba de ti).
"Palo" Pandolfo nos recordó los buenos tiempos de aquellas agrupaciones underground: Los Visitantes, la Zona, Don Cornelio; mezcla de tangos con el punk. "Palo" con su voz de mucho impacto estaba muy enervado y emocionado al sentirse frente a una juventud muy prometedora de Cuba y de algunos países latinos (Cuba es muy internacional).
Claudia Puyó cantó esa antológica canción, Noche de perros, obra contestataria que conocíamos en la voz de Charly García. Hilda Lizarazu y Liliana Vitale sorprendieron por la interpretación de Tres agujas y Los libros de la buena memoria.
Horacio Fontova fue directo contra el presidente estadounidense. El guitarrista David Lebón puso una nota concertante con las obras El Viejo y Avellaneda Blues. Pedro Aznar recordó a León Gieco con su pieza tan gustada Catalina Bahía. Aznar hizo época en la banda de Serú Girán.
La obra de Luis Alberto Spinetta se hizo sentir en la noche del concierto, frente al mar embravecido: Despiértate nena fue la canción elegida por Federico Bonasso -el hijo de Miguel- con la banda Juguete Rabioso en el Monte de las Banderas.
Los miles de jóvenes que vencieron el mal tiempo se sintieron a gusto en este concierto homenajeando los 40 años del rock argentino. Una vía para conocernos mejor los latinoamericanos y para ver lo que tenemos en común. Los visitantes se emocionaron al ver un público tan lejano, con un interés y un conocimiento de su obra.
Todos coincidieron en que la música es como vasos comunicantes entre los dos países amigos de siempre y por siempre, entre tangos, habaneras y rock latino. Quieren volver sin tanta prisa para intercambiar experiencias y amistad. "Yo quiero volver cuando me inviten, este es un país lleno de magia y leyenda, como dice Fito Páez", terminó diciéndome Carlos Baglietto. (agradecimientos a Renecito por sus fotos)
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