lunes, febrero 19, 2007

Nieves Leonard con Thelvia Marín: las claves de su escultura


Otro momento especial dentro de la Feria Internacional del Libro fue la presentación de una obra, especie de homenaje y reconocimiento a una de las relevantes mujeres de las artes cubanas contemporáneas: Thelvia Marín: las claves de su escultura.

Realizado por la acuciosa investigadora, la Master Nieves Leonard Pier, es esta una oportunidad que tienen los amantes de las artes plásticas para profundizar y acercarse más a la creación de Thelvia Marín, uno de esos seres que preconizan un sentimiento de reafirmación ante el trabajo creador para sentirse útil, mediante una obra investigativa, y divulgativa, de notable valor.

Al decir del presentador, el libro muestra sintéticamente la obra investigativa de la Master Nieves Leonard Pier quien “ha trabajado como una laboriosa hormiguita” hasta lograr compilar, estudiar, analizar y exponer sus ideas sobra la obra artística de Thelvia Marín, cuyas obras escultóricas han sido creadas para los cinco continentes y casi siempre marcada por la huella de lo excepcional.

Nieves nos da constancia vívida de su obra, de sus influencias, de su cubanía y hasta de su descendencia y formación artística multiforme.

Se dice que el arte escultórico de Thelvia es realmente indescriptible, y más cuando con el triunfo revolucionario inició la escultura monumentaria y ambiental, siendo la más significativa de su trayectoria, en Costa Rica, el Monumento al trabajo, el desarme y la paz, el mayor de Centroamérica.

El primer conjunto escultórico fuera de Japón en tributo a las víctimas de los ataques atómicos realizado por Estados Unidos a las ciudades de Hiroshima y Nagasaki es también creación de Thelvia Marín, así como muchos otros ejemplos, entre ellos el monumento a Serafín Sánchez la escultura del indio Hatuey en la plaza indoamericana de Quito, Ecuador; el monumento a Martí en la Universidad de la Paz, en Costa Rica.

El libro es el resultado de poco más de seis años de trabajo por parte de la autora, siempre muy cerca de Thelvia a quien considera una mujer muy singular y una gran amiga.

Cuando se lee Thelvia Marín: las claves de su escultura se aprecia cómo la artista pone vida en el corazón del lector a partir de su labor encomiable.

Leonard aborda y asume el compromiso de entregarnos al afán de Thelvia por crear un mundo lleno de colorido y extraordinarias formas, todo mezclado con las sensaciones que provoca la dulzura de la música y la poesía, sólo que más materializadas.

Nieves Leonard, cuya labor con el Patrimonio Cultural cubano es relevante, así como en el campo de la museología, elemento reconocido y colmado de elogios, más allá de nuestras fronteras, esta vez nos entrega una obra educativa, didáctica y refrescante donde nos llega una especie de retrospectiva de la obra escultórica de Thelvia Marín.

La Feria se vistió de lujo con Thelvia Marín: las claves de su escultura y nos dejó la labor de reseñar una obra en la que aunque aportamos siempre una mirada particular, bien vale reconocer su calidad y nobles objetivos.

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