La bailaora impartirá clases que abarcarán guitarra, cante y danza, enriquecidas por su auténtica apropiación de un género sin desbordes, en el que la gestualidad y la contención constituyen sus elementos clave, creadora de una atmósfera que por momentos evoca la tensa carga y el crudo desafío de un ruedo taurino.
Los Talleres Flamencos son un proyecto conjunto del BNC y la Junta de Andalucía, cuya génesis e iniciativa estuvo en uno de los festivales La huella de España en Cuba, que fundados en 1988 por Alicia Alonso cada año es dedicado a una región de la nación hispana. La convocatoria a los talleres anuales permanece abierta para todos los adeptos al flamenco y, en especial, al público común, no profesional, ávido, virgen, que no pierde esa magnífica ocasión.
La estancia de la Hoyos en la Isla, incluye su encuentro con la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, en la sede de su compañía, y con directores de las agrupaciones danzarias y primeras figuras de la danza en Cuba.
La bailarina recibió el Premio del Gran Teatro de La Habana, entregado por la directora del Ballet Nacional de Cuba; es esta una deuda que tenía pendiente Cristina Hoyos, desde que le otorgaron el lauro en 2003 por su extraordinaria labor como bailarina, la defensa de los valores más autóctonos del acervo danzario español y por haber realzado con su actuación la escena cubana.
Cristina Hoyos ha visitado Cuba en diversas ocasiones desde los años setenta, época en que era figura principal de la compañía que dirigía el fallecido bailaor Antonio Gades. Los dos sobre la escena, iluminándola, retándose en un diálogo grávido de provocaciones artísticas es imagen inolvidable para quienes tuvimos el privilegio de verles actuar. Cristina Hoyos ya llevaba un tiempo bailando en fiestas y tablaos sevillanos e incluso había realizado una gira por Estados Unidos cuando Antonio Gades la vio actuar. Desde entonces Cristina Hoyos recorrió España y el mundo entero en su compañía como primera bailarina durante veinte años.
Ha declarado la Hoyos que sigue bailando, pero que ahora el trabajo más importante está en manos de las nuevas generaciones.
Según la prensa cubana la bailaora "tiene en Cuba un auditorio fiel al que deslumbró más de una vez con sus actuaciones".
En esta visita donó al Museo de la Danza uno de los vestidos de su ajuar de teatro y para ello escogió el usado en 1992, en la gala de la Exposición Universal de Sevilla. Es esta una larga bata con ruedo de vuelos, en tono ocre y tejido asedado, bordados al frente, sin mangas y con un escote redondo flanqueado por una hilera de flecos. Le complementan unos zapatos de tacón ancho.
Cristina Hoyos es premio Nacional de Danza, Medalla de Oro a las Bellas Artes y Premio Andalucía de Cultura.
Su baile se ha distinguido por su gran técnica, conseguida gracias a lo aprendido de grandes maestros con los que ha bailado. También el movimiento de sus brazos ha recogido merecidos elogios. Sus espectáculos guardan siempre un perfecto equilibrio entre el fuerte enraizamiento en el que se sumerge su baile y la modernidad. Su estilo asimila las nuevas tendencias de forma consciente y sin concesiones a las estridencias.
Es Cristina Hoyos la impulsora de una iniciativa pionera en todo el mundo: el Museo del Baile Flamenco de Sevilla, ambicioso proyecto que incluye exposiciones tradicionales, un escenario para demostraciones del baile, presentación de nuevos talentos y una escuela de baile.
En la memoria de los cubanos permancen sus brazos de una elocuencia perfecta, su taconeo insinuando apenas la danza hasta expandirla como quien tiende un abrazo. Flamenco puro en La Habana, una vez más, con Cristina Hoyos que ahora se nos presenta con el Ballet Flamenco de Andalucía.
“Me siento muy feliz. He recibido muchos premios, pero ninguno como este, que agradezco en lo hondo por venir de Alicia, que es un símbolo universal, y de Cuba. Desde hace tiempo deseaba venir, pero quería hacerlo con mi compañía, como ahora”, afirmó la artista.
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