Por Nieves Leonard Pie
La gardenia, especialmente estimada en China, es el símbolo de la gracia femenina, la sutileza y el mérito artístico; virtudes todas que acompañan a la Prima Ballerina Absoluta Alicia Alonso; mucho se ha escrito de sus Giselle y Carmen, de su voluntad férrea para lograr una "Escuela Cubana de Ballet”, de sus inigualables puestas en escenas alrededor del orbe, pero sin dudas uno de sus mayores aportes al mundo danzario es la creación del Festival Internacional de Ballet de La Habana.
Su sede la sala Federico García Lorca del Gran Teatro de La Habana -monumento que desde sus orígenes está ligado a España como la propia Alicia- acoge en cada edición del evento las múltiples expresiones de las artes, fiesta que en este 2010 danzó al talante y al virtuosismo de sus bodas de oro.
Acercarse a la diva del movimiento desde una perspectiva plástico-literaria, ha sido un ejercicio del buen hacer de prestigiosos pintores, escultores, escritores y músicos.
Thelvia Marín y Emili Bonet. Ambos han querido suscribirse a su legado con la peculiar mirada de quienes -por razones del azar- comparten con ella décadas de nacimiento y consolidación artística.
Paletas, cinceles y versos, dan fe de lienzos, esculturas y poemas, entre los que se destaca el retrato escultórico Alicia Alonso, que le realizara la cubana Thelvia Marín en una fecha tan temprana como 195. Esta estilizada pieza de mármol fundido a tamaño natural evidencia la intención de la autora por reflejar sensualidad, dulzura y pasión en un rostro entregado al placer de lo etéreo, no es casualidad que la imagen haya sido adquirida recientemente por la Oficina del Historiador de La Habana. El poema Danza acompaña a la imagen cual sonido de una historia de estos tiempos.
A finales del siglo XX Thelvia decide retomar la temática en el contexto de su Poema escultórico-pictórico Manos, en el que encontramos la obra Danza (1998).realizada en cerámica a tamaño natural estas zapatillas sujetas por una mano reflejan un exquisito y sinuoso movimiento de las formas.
Por su parte el catalán Emili Bonet, llega a la danza a través de su serie pictórico-escultórica "Ballet y Danza";de 1983 son la acuarela Lección de Ballet , los óleos Lección de Ballet en el Instituto del Teatro de Barcelona en sus dos versiones y la aguatinta Descanso de Bailarinas; Preparando la lección de Ballet de 1989 y Coro de Bailarinas de 1990 , cierran este homenaje de lienzos de acusada composición realista que, encuentra en el dibujo meticuloso toda la mística y la belleza de formas, gestos y cromatismo.
Las esculturas de pequeño formato, realizadas en bronce pulido y patinado, adheridas al simbolismo y a la desbordante imaginación de un mundo idílico protagonizado por féminas, transmiten auténtica expresividad a los cuerpos "vivos" que a veces copia y las más crea y recrea en sus cuatro Bailarinas y los cinco Paso a Dos, obras nacidas entre los años 1984 y 1990.
El Monumento "Cuba mi amor"(2006), que será emplazado en la sede de la Fundación Cultural Emili Bonet en Amposta, Cataluña tiene como colofón la escultura en bronce Bailarina, dedicada a la vida y obra de uno de los grandes mitos de la danza mundial: nuestra Alicia Alonso, premiada con innumerables distinciones por instituciones pertenecientes a la docencia, la cultura y la sociedad española, como muestra de respeto y agradecimiento de la madre patria a la más universal de todas las cubanas.
(Tomado de Trabajadores.cu)
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