miércoles, noviembre 01, 2006

Continúa el Festival a buen ritmo

El XX Festival de Ballet de La Habana llegó a su cuarta jornada con el estreno mundial de A través de tus ojos, del coreógrafo norteamericano James Kelly.

Tal y como había prometido su presidenta, Alicia Alonso, quien anunció al público un estreno cada noche, el cuerpo de baile del Ballet Nacional de Cuba protagonizó la pieza de Kelly, calificada por su autor como una obra contemporánea, sin argumento determinado.

Esta es la segunda ocasión en que el coreógrafo estadounidense monta sus ballets con artistas de la Isla. En 2004 lo hizo con Sinfonía para nueve hombres.

El programa del Gran Teatro, sede principal del festival, lo encabezaron Las sílfides, un montaje de Alonso según la versión original de Mijail Fokine con bailarines del patio.

Otro de los estrenos fue Potato, coreografía del sueco Mats Ek, que bailó el propio artista con la española Ana Laguna.

Carlos Acosta, primer bailarín del Royal Ballet de Londres, y la australiana Leane Benjamín (Real Ballet de Londres), quienes interpretaron Mayerling, del británico Kenneth MacMillan.

Acosta también baila, junto a su compatriota Viengsay Valdés, Diana y Acteón, coreografía de Alicia Alonso sobre la original de A. Vagánova a la que seguirá, para cerrar, la compañía española Farruquito y familia.

En la sala Avellaneda, del Teatro Nacional, se repondrá Giselle, con Hayna Gutiérrez y Javier Torres, acompañados por la Orquesta Sinfónica de Oriente, bajo la dirección de Giovanni Duarte.

El Teatro Mella acogere a solistas del Ballet de Magderburgo, a bailarines del Centro Coreográfico de Valencia, y a la bailaora española María Juncal, ganadora en 2004 del premio de danza flamenca Antonio Gades.

Extendido este año a otras dos provincias del país, Cienfuegos y Matanzas, el festival acoge a bailarines de 23 países y figuras de primer nivel como la italiana Carla Fracci, los argentinos Julio Bocca y Maximiliano Guerra, y la rusa Natalia Osipova.

Aunque tuvo una breve presentación en el Gran Teatro de La Habana, el artista andaluz ofrecerá una función completa en el teatro Mella con el espectáculo Farruquito y familia este miércoles.

Se trata de "un montaje sin argumento, en el cual el factor sorpresa juega un importante papel y el espectáculo se renueva en cada función". El programa recorre los distintos palos del flamenco más puro y tradicional.

Otro cubano, el coreógrafo Eduardo Blanco, pondrá en escena Danzas de Mozart, a cargo del cuerpo de baile del Ballet Nacional.

Mientras, Iván Tenorio propone Teseo y el minotauro, una versión del famoso mito a partir de canciones griegas antiguas, orquestadas por Vangelis. Por momentos se podrá escuchar la voz de la afamada actriz Irene Papas.

Calificado por su autor como un ballet temático, anecdótico, lo asumirán Elier Bourzac, Miguelángel Blanco y Anette Delgado.

Entre las reposiciones figura el pas de deux Cascanueces, coreografía de Alicia Alonso sobre la original de Lev Ivánov, con Hayna Gutiérrez y Joel Carreño.

También Un viaje a la luna, comedia-ballet en un acto, que interpretarán Javier Torres y Bárbara García, entre otros.

El repertorio tradicional se abrirá paso con Giselle, en el Teatro Nacional, una pieza emblemática de la compañía dirigida por Alonso, quien fuera una de sus grandes intérpretes.

Considerada la cumbre del romanticismo, ella la rescató del olvido, le insufló modernidad sin traicionar su esencia y acentuó los detalles de estilo, tras una investigación minuciosa.

Los papeles principales los encarnarán las primeras figuras de la compañía Viegnsay Valdés y Rómel Frómeta.

Tras cuatro días de inaugurado, el festival marcha a buen ritmo, con un estreno mundial cada noche, ciclos de películas, exposiciones y muestras fotográficas.

Entre las puestas más halagadas destaca la del español Goyo Montero, El día de la creación, laureada con el Premio Iberoamericano de Coreografía 2006, auspiciado por la Sociedad General de Autores de España y el BNC.

Con poemas en las voces del brasileño Vinicius de Moraes y el español Joaquín Sabina, como singular respaldo sonoro, recibió una calurosa acogida del público y la crítica, que la calificó como una obra original con un vocabulario expresivo de alto nivel.

A esta se suman Prólogo para una tragedia, del canadiense Brian McDonald, cuyo elenco integraron el argentino Maximiliano Guerra, y solistas del Ballet de Magdeburgo.

1 comentario:

Xico Rocha dijo...

Saludos a los cubanos por su compromiso con el arte.
Xico Rocha