Abro mi correspondencia y siento la ausencia de tus mensaje, algunos para darme el saludo cordial y puro, otros para la necesaria información; muchos para hacer llegar la más novedosa teoría o adelanto técnico de tu apasionado oficio: el de jugar con las luces y las sombras en busca de la imagen perfecta.
Te fuiste sin llevarte nada, pues todo lo supiste dar sin pedir nada cambio. Tu desinterés hacia lo material fue sublime. Ayudaste a muchos sin condición alguna. Dejaste el legado de tu saber a través de tus libros, conferencias y el eterno amor hacia lo que hacemos.
Amigo, te extrañamos mucho. No te podremos olvidar, pues fuiste y serás fuente de luz y saber para todos los que aprendieron de ti el bello oficio de la fotografía.
En tu último adiós, un eterno abrazo estimado Maestro.
Te fuiste sin llevarte nada, pues todo lo supiste dar sin pedir nada cambio. Tu desinterés hacia lo material fue sublime. Ayudaste a muchos sin condición alguna. Dejaste el legado de tu saber a través de tus libros, conferencias y el eterno amor hacia lo que hacemos.
Amigo, te extrañamos mucho. No te podremos olvidar, pues fuiste y serás fuente de luz y saber para todos los que aprendieron de ti el bello oficio de la fotografía.
En tu último adiós, un eterno abrazo estimado Maestro.
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