Con la participación de unos 70 jóvenes concluyó la XX edición del Taller Práctico Internacional de la Danza Moderna Cubana Cubadanza 2009, en su sede del Teatro Nacional.
Eddy Veitía, uno de los coordinadores del taller, declaró que esta es una especial ocasión porque la Compañía Danza Contemporánea de Cuba, auspiciadora del encuentro, cumple su medio siglo de existencia y logra una especial síntesis entre su especialidad y el folclore con una visión novedosa del arte y la técnica.
Los talleristas reciben clases de danza moderna cubana, encuentros de bailes tradicionales, coreografía, técnica de la barra y sesiones de video, además de, en algunos casos, aspectos metodológicos sobre enseñanza de la danza.
Prestigian el claustro de profesores sobresalientes artistas como los primeros bailarines Dulce María Vale e Isidro Rolando, Premio Nacional de Danza, así como diestros músicos y coreógrafos.
Durante la graduación, efectuada en los salones de ensayo de la compañía, los participantes demostraron los conocimientos adquiridos e interpretaron diversos géneros de bailes populares como el cha cha cha, el mambo y el pilón, danzas rituales de procedencia yoruba y realizaron ejercicios sobre técnica elemental de la danza moderna.
En el caso cubano, con su peculiar estilo, sintetiza elementos de la danza moderna universal (de la escuela estadounidense de Graham, Limón y Humphrey, en particular la torsión de Graham).
También fusiona el folklore cubano como las técnicas de ondulación de Obatalá, las posiciones abiertas y cerradas que se enriquecen con las posiciones de gancho de los diablitos Abakuá, así como el sentido del movimiento pélvico como centro del cuerpo proveniente de la virilidad y sensualidad de los orichas Changó y Ochún.
A eso se añade el barroquismo de los brazos de la cultura bantú y de los estilos danzarios que son resultado de la mezcla cultural ocurrida en Cuba que materializan la contradanza, el danzón y el son.
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