lunes, noviembre 17, 2008

Teatro del Círculo con El Monólogo de Casio



Llevado a escena por el director Pedro Ángel Vera y su Teatro del Círculo, con sentido común, a veces escaso en nuestras tablas, apoyado por bellísimos diseños de escenografía y vestuario y muy buena música compuesta especialmente por el popular cantante y compositor Frank Delgado; el monólogo de Casio es un hermoso, poético y cuestionador texto de Edgar Estaco que trata, entre otros temas, la doble moral y la infelicidad del ser humano que ve violada su integridad personal.

Pedro Ángel evidencia con esta propuesta su conocimiento relacionado con la dirección de actores. Las luces, aún cuando son funcionales, no estuvieron en esta primera función a la altura de los otros componentes del espectáculo, pero estoy seguro de que por algún inconveniente técnico no vimos lo que realmente él concibió. Por último, y no por gusto, podemos decir que el trabajo actoral de Roberto Gacio es de primera línea, y como bien se conoce el estreno no es la mejor función para ningún actor. Emotivo, simpático y mostrando el fuerte entrenamiento corporal que previamente ha realizado durante muchos meses, es recibido al final por un eufórico público que a pesar de la lluviosa noche llenó la sala Llauradó. Gacio se vio obligado durante el proceso de montaje a una rigurosa dieta que le hace moverse con soltura, sentarse y levantarse con la rapidez que exigen las acciones físicas, y además ha cambiado su corte de pelo, de manera favorable.

Una hora aproximadamente dura el espectáculo que sólo está ahora en cartelera por dos fines de semana, como consecuencia de la celebración de la Semana de Teatro Alemán; luego, "El monólogo de Casio-Gacio" volverá a esta u otra sala teatro de la capital.

Al finalizar la función, Gacio recibió el homenaje del Centro Nacional de Investigaciones de las Artes Escénicas, de la Presidencia del Consejo Nacional, del Centro de Teatro de La Habana y de la UNEAC, por sus 50 años dedicados al teatro.

Este es el texto contenido en el programa para los espectadores:

Muchos de Ustedes eran ya senadores cuando la persecución. Recordarán que sólo las hábiles maniobras de algunos patricios con hijos ciegos de un ojo, nos salvó del desahucio. Muchos guerreros valiosos enloquecieron y otros quedaron para siempre entre vasijas de barro.

Cuántos amigos huyeron, partieron lejos! Cuántos se marcharon para siempre buscando un lugar donde no le miraran los ojos como se mira a los dientes de los caballos! Roma tiene una forma muy peculiar de arrullar a sus hijos!

Pasado el exterminio moralista, retornó la tolerancia, pero nunca la aceptación.

Senadores de Roma: Es triste pensar que hayamos construido una gran nación amamantados por una loba, y no seamos capaces de disfrutar del maravilloso espectáculo que es la diversidad humana.

-Cayo Casio-

(Con la colaboracion de Pepe Murrieta y otos cortesía de Jesús Camejo.)

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