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Rampa abajo, amigo
Rampa abajo es el título de una conocida obra de teatro. Pero para mi rampa abajo es la expresión que indica un paseo por el corazón de la capital. Pasear por La Rampa constituye un deleite para los habaneros y para los visitantes también.. ¿Verdad? Es este lugar el centro neuralgico del Vedado y de La Habana. Se dice que La Rampa es a La Habana de hoy lo que para otros tiempos fue el Paseo del Prado y más atrás la Alameda de Paula en La Habana Vieja. Constituye la zona más cosmopolita de la ciudad.
Para el que no sabe vale aclararle que se conoce por La Rampa al tramo con forma de pendiente de la calle 23 que va desde L hasta Malecón. Antiguamente fue una zona llena de furnias de canteras de piedras que alcanzara su máximo esplendor arquitectónico, urbanístico y cultural en las décadas del 40 y el 50 del ya pasado siglo XX. Desde entonces, devino espacio diverso de confluencia social, dominada por la existencia de hoteles, clubes, restaurantes, galerías de artes, tiendas, salas de cine y teatro y hasta estudios de Radio y TV.
De una intensa vida nocturna y días marcados por el flujo de las oficinas, La Rampa arribó a los años 60 con sus aires renovadores y animosos, que muy bien recibieron las nuevas aceras de granito con las obras de los más prestigiados artistas plásticos cubanos.
Recuerdo que esa renovación de las aceras tuvo lugar cuando se inauguró el famoso Pabellón Cuba.
El Pabellón Cuba es un singular recinto expositivo situado en La Rampa, que se utiliza como subsede de la popular Feria del Libro de La Habana, exposiciones de obras de arte, coloquios sobre temas culturales, actividades recreativas para niños y jóvenes, muestras de innovaciones y trabajos relevantes hechos por jóvenes en diversas esferas, y otras muchas funciones. Por todo ello, es una de las principales plazas culturales de la ciudad de La Habana y del país.
En la esquina de las calles 23 y L, se encuentra el Centro Cultural Cinematográfico Yara, considerada la sala de cine más famosa de la Isla en el centro de la popularísima Rampa.
Y ni qué decir de la heladería Coppelia. Degustar uno de sus exquisitos helados multisabores ya es todo un ritual para nosotros.
Aún en estos días ligeramente fríos del invierno tropical, por llamarlo de algún modo, no cesa la afluencia de personas en la popular heladería.
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