En el mes de diciembre, hace 25 años murió uno de los mitos más grandes del rock, a la puerta de su casa en los apartamentos Dakota y a manos de un descerebrado el insustituible Beatle John Lennon.
¿Dónde habita hoy el espíritu de John Lennon? ¿En el mesianismo del controvertido grupo de rock U2? ¿En la hucha de la japonesa Yoko Ono? ¿En las gafillas del sublime mago Harry Potter? ¿En la crudeza del rap que inunda las calles del Norte? ¿En el Imagine orquestal de la consulta del dentista? ¿En la chulería etílica de Oasis? ¿En los anuncios de Nike? ¿En el No a la guerra? ¿En el resquemor de Paul McCartney? ¿En la alianza de las civilizaciones? ¿En la estatua que desde un parque descansa en La Habana? ¿En el homenaje que acaban de hacerle artistas chinos y cubanos?
Tantas y tan dispares preguntas sugieren que, 25 años después de su muerte, Lennon habita en todas partes, en el consciente y subconsciente colectivo, identificado y aceptado de igual modo en las cloacas del barrio que en los despachos con secretaria. Los viejos fans, sin embargo, tenemos la sensación de que el Lennon que hoy se vende poco tiene que ver con el que amamos. En muchos casos está más cerca del Lennon que posaba desnudo, exponía litografías eróticas y apoyaba a los editores de la revista underground Oz.
Pero los tiempos y la manera e ver las cosas también sufren su metamorfosis.
No hay manifestación pacifista en el mundo que no tenga a Lennon como banda sonora. A la pregunta ¿protestaría hoy Lennon contra la invasión de Iraq?, Yoko no duda ni un instante: "Naturalmente que lo haría". Peter Grace, organizador del último homenaje por el nacimiento de Lennon, opina lo mismo: "En estos tiempos de guerra y terror, hay que amplificar el mensaje de John. Si estuviera vivo, lucharía contra Bush".Tampoco hay catástrofe natural que no se apacigüe con la música de Lennon. Una nueva versión de Across the universe, con las voces de Bono, Stevie Wonder y Brian Wilson, se grabó para recaudar fondos para los damnificados del tsunami. Versiones de Imagine existen en todos los idiomas, desde el árabe al zulú, y ya no cabe pensar, como antes, que en China sea más conocido el campeón de ping-pong que el autor de Come together.Sin embargo hay una contradicción, como dijera un periodista español recientemente, contradicción en la que incurre "toda esa masa que rememora Imagine como argumento para exigir que Chapman, el asesino de John Lennon, se pudra en la cárcel".
Mark David Chapman, el asesino, que ha provocado la ira de los beatlemanos, de ahí que estos no quieren oír la palabra perdón.
¿Dónde habita hoy el espíritu de John Lennon? ¿En el mesianismo del controvertido grupo de rock U2? ¿En la hucha de la japonesa Yoko Ono? ¿En las gafillas del sublime mago Harry Potter? ¿En la crudeza del rap que inunda las calles del Norte? ¿En el Imagine orquestal de la consulta del dentista? ¿En la chulería etílica de Oasis? ¿En los anuncios de Nike? ¿En el No a la guerra? ¿En el resquemor de Paul McCartney? ¿En la alianza de las civilizaciones? ¿En la estatua que desde un parque descansa en La Habana? ¿En el homenaje que acaban de hacerle artistas chinos y cubanos?
Tantas y tan dispares preguntas sugieren que, 25 años después de su muerte, Lennon habita en todas partes, en el consciente y subconsciente colectivo, identificado y aceptado de igual modo en las cloacas del barrio que en los despachos con secretaria. Los viejos fans, sin embargo, tenemos la sensación de que el Lennon que hoy se vende poco tiene que ver con el que amamos. En muchos casos está más cerca del Lennon que posaba desnudo, exponía litografías eróticas y apoyaba a los editores de la revista underground Oz.
Pero los tiempos y la manera e ver las cosas también sufren su metamorfosis.
No hay manifestación pacifista en el mundo que no tenga a Lennon como banda sonora. A la pregunta ¿protestaría hoy Lennon contra la invasión de Iraq?, Yoko no duda ni un instante: "Naturalmente que lo haría". Peter Grace, organizador del último homenaje por el nacimiento de Lennon, opina lo mismo: "En estos tiempos de guerra y terror, hay que amplificar el mensaje de John. Si estuviera vivo, lucharía contra Bush".Tampoco hay catástrofe natural que no se apacigüe con la música de Lennon. Una nueva versión de Across the universe, con las voces de Bono, Stevie Wonder y Brian Wilson, se grabó para recaudar fondos para los damnificados del tsunami. Versiones de Imagine existen en todos los idiomas, desde el árabe al zulú, y ya no cabe pensar, como antes, que en China sea más conocido el campeón de ping-pong que el autor de Come together.Sin embargo hay una contradicción, como dijera un periodista español recientemente, contradicción en la que incurre "toda esa masa que rememora Imagine como argumento para exigir que Chapman, el asesino de John Lennon, se pudra en la cárcel".
Mark David Chapman, el asesino, que ha provocado la ira de los beatlemanos, de ahí que estos no quieren oír la palabra perdón.
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