sábado, septiembre 15, 2007

Rico, para no perdérselo

El actor José Antonio Alonso ha adicionado otro monólogo a su repertorio de triunfantes espectáculos unipersonales que comenzó hace algunos años atrás con Teatro Buendía y ahora presenta bajo el sello de Teatro del Caballero.

Algo en común tienen todas estas puestas en escena, y es la interpretación de un estupendo actor.

José Antonio Alonso domina todos los recursos expresivos del teatro y en esta ocasión utiliza su dúctil voz de manera muy particular. Cincuenta minutos son suficientes para que Rico narre a su modo episodios de La Odisea desde una estación de trenes. Y si la historia tal vez no lograra decirle demasiado, hay en medio de ella -insisto- un actor que sin dudas integra la lista de los mejores de este país.

Rico pudiera ser tal vez un ingenuo y solitario niño, o tal vez un adulto con manifestaciones de atontado comportamiento: en cualquier caso, hay una intención de hacer pensar al espectador mucho más allá de lo que está contenido en sus parlamentos.

¡¡¡Pasajeros con destino a Novafeltria!!! (notas al programa de mano)

"Sus embarcaciones son tan ligeras como las alas y el pensamiento..."

Homero

Hace apenas una hora, un minuto o un segundo me preguntaba dónde queda Novafeltria, cuales serían sus paisajes, cómo hablarían sus gentes y cómo sonaría o suena el silbato de ese tren que me lleve allá: ¡A Novafeltria!

Montemos pues en el tren, ese que por tantos años imaginamos que avanza por la imaginada línea que tal vez de niños construimos sobre una hoja de papel. Puede que sea Novafeltria, puede que sea China, sea Australia, sea el Polo o Paris, porque siempre nos quedará París... ¿o no? Lo importante es que sobre el escenario, este que ahora ve usted (estimado, respetado, considerado y siempre amado espectador) aparecen sin reparos una estación nueva, un nuevo tren, una nueva senda...

Los caminos y sus cruces han sido una meta para los isleños, quienes hemos tenido el sino trágico de siempre querer viajar.

El caballero de París se sienta en primera fila y mira entonces la nueva revisión de “El gran cuento” del autor Bruno Storni que gentilmente Eddy Socorro tradujo al español y estrenara en el Güiñol Nacional de Cuba; ahora llega a los escenarios cubanos versión-hado por José Antonio Alonso.

El espectador encontrará en el teatro a un chico, a un hombre, a un viejo, a alguien sentado en la vía; a alguien, solo o acompañado, que espera como esperamos todos, siempre sentados, en una línea, en esa línea por donde pasará el tren, en esa línea donde permanecemos en espera, porque todos juntos, esperamos... y allí escuchamos el ¡¡¡Pum!!! Que bien se siente uno aquí... y aquí en el teatro lo escucharemos una y otra vez, y otra y otra y otra más, porque ¡¡¡Pum!!!...

“No es de caballero andante quejarse de dolor alguno”. Esta de Don Quijote es la que lleva a su director, José Antonio Alonso, a nombrar su grupo como “Teatro del Caballero” Ahora encuentran nuevas fórmulas de comunicación en su poética que no difieren de las encontradas en puestas anteriores, pero si generan nuevos caminos para la investigación.

La acción y lo verbal se dan la mano para construir una historia que dialogará con el público infantil, juvenil y adulto, y en esa mezcla de públicos, el actor-director, el nuevo caballero o amante del siempre vivo mito del caballero de Paris, recrea una conexión de relatos que bien dialogan con la reflexión y el goce de quien llega con la ingenuidad de contar y recibe todo un universo de nuevas o ya antes escuchadas cosas que darán el hálito de reconstruir el aquí y el ahora y nos situará en apenas unos 50 minutos en un mundo lúdicro donde todos seremos esos pasajeros con destino a Ítaca o a Novafeltria.

Hágase entonces la luz, córrase el telón y suenen esas campanas que anuncian el inicio, el propio inicio de la función... Viajemos en ese tren que el caballero de París ha mandado por el mar sobre un barco, una canoa, o cualquier cosa que flote y llegue, porque el caballero sabe que sabemos que “Siempre nos quedará París”.

Maikel Chávez, mayo de 2007

F: Pepe Murrieta

jueves, septiembre 13, 2007

De vuelta en escena "Si vas a comer, espera por Virgilio"




El teatrista cubano José Milián volvió a escena con una obra en homenaje a Virgilio Piñera, una de las figuras tutelares de la dramaturgia del pasado siglo en la isla.

"Si vas a comer, espera por Virgilio", en sí misma un aporte a las tablas nacionales, mereció en 1998 el Premio Casa de las Américas. Este imprescindible texto de la dramaturgia cubana contemporánea arriba este 2007 a su décimo aniversario de estrenado; además estaremos celebrando los 95 años del gran dramaturgo Virgilio Piñera.

La pieza recrea una tertulia íntima entre dos artistas "cuya peripecia de amistad replantea la lealtad en las relaciones humanas", además de ofrecer "un testimonio conmovedor del pasado teatral reciente".

Programada en la céntrica sala Adolfo Llauradó durante todo septiembre y octubre, se distingue por su calidad literaria y una puesta con énfasis en el discurso verbal y el sesgo innovador, que demanda gran exigencia y rigor de los actores, según los críticos.

Esa misma crítica le otorgó su máximo premio.

Nueve años después de estrenada y 10 de haber sido escrita, "Si vas a comer, espera por Virgilio" mantiene intactos los valores éticos y literarios y la riqueza dramatúrgica que la inspiraron.

En ella alientan, junto al homenaje a un Piñera irreverente y terrenal, mordaz e inquisitivo -como lo fue en vida- personajes de la cultura de los años 70 en la isla, en un juego teatral que respira honestidad.

Al frente de Pequeño Teatro de La Habana, Milián vuelve sobre sus pasos con esta evocación de un Virgilio Piñera actuante y un elenco en el que figuran Ivan García, Angel Ramírez, Arístides Naranjo y Olivia Santana. El Pequeño Teatro de la Habana es una agrupación que cuenta ya con 18 años de intensa vida artística, cuyas constantes son: la indagación en torno al ser humano y a la creación artística, la reflexión sobre el amor, la muerte, la causalidad, el azar, en un perfil donde confluyen la comedia musical y el teatro dramático.

“Si vas a comer, espera por Virgilio” es, no sólo un hermoso homenaje de alta factura artística, sino uno de esos títulos llamados a integrar la memoria de nuestra dramaturgia.

lunes, septiembre 03, 2007

La Cenicienta según Los Beatles



La Colmenita, compañía infantil de teatro cubano nunca ha dejado de ser noticia desde su fundación, ahora lo es de manera relevante porque se trata del especial espectáculo que estuvo presentando el fin de semana a partir de su más reciente estreno "La Cenicienta según Los Beatles", en el Teatro Karl Marx para cerrar el verano en nuestra capital.

Las presentaciones tuvieron lugar los días 31 de agosto, y primero y dos de septiembre, la obra con guión y dirección de Carlos Alberto Cremata, fundador y director general de ese antológico colectivo que ya ha hecho historia por su quehacer cultural dentro y fuera de Cuba por 16 años tuvo en un constante ajetreo a los 140 integrantes de La Colmenita, que laboran en el emblemático Karl Marx.

Se sumaron al espectáculo integrantes de los cuatro talleres creados por esa agrupación artística, devenida proyecto cultural, e incluso jóvenes que fundaron siendo niños la compañía y que el artista Cremata trajo nuevamente a escena.

Aunque la pieza La Cenicienta según Los Beatles, se estrenó en junio y se fue ido exhibiendo todo este verano, las condiciones del Teatro Karl Marx exigieron cambios en la puesta que le imprimieron aires novedosos.

No obstante ser esa espaciosa locación, con capacidad para más de cinco mil espectadores, todo un reto para cualquier agrupación artística, para La Colmenita no es algo nuevo en su trayectoria, que estuvo antecedida por sus presentaciones junto a la cantautora Liuba María Hevia y su grupo.

Es esta la tercera ocasión en que coincidieron en esa sala, en esta ocasión para respaldar la presentación del nuevo disco de la reconocida cantautora, a quien se deben páginas musicales muy queridas por los niños cubanos, como Estela, granito de canela y El trencito y la hormiga.

De la fructífera actividad de La Colmenita han surgido cuatro talleres, que de forma paralela se desenvuelven en municipios de la capital y otras ciudades, y de los que uno concluyó recorrido de actuaciones por comunidades serranas del Plan Turquino.

Fascinante la música de Los Beatles y más ahora renovada en el quehacer de La Colmenita.